Desaparecen fideicomisos para la ciencia y la educación
Desaparecen fideicomisos para la ciencia y la educación
Luego de 17 horas de discusión y dos de votación, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría en lo particular el dictamen que elimina seis fideicomisos y 103 fondos que contienen una bolsa de 68 mil 700 millones de pesos.
Esta propuesta, impulsada por la bancada de la 4T se basa en la premisa impuesta por el mismo líder moral de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de que el dinero de los fideicomisos es opaco y quienes lo utilizan no rinden cuentas.
En concreto hay tres tipos de fideicomiso extinguidos que generarán gran impacto. Primero, el que sostiene a los centros de investigación, es decir, los pocos lugares del país donde se hace ciencia. Muchos de ellos tendrían que reducir su matrícula o en el peor de los casos, cerrar de manera definitiva.
Segundo, el Fondo para la Atención de Emergencias (FONDEN). De ahí proviene el dinero que se usa en caso de huracanes, temblores y demás desastres naturales. Sin ese dinero habría que improvisar -aún más- cuando el país sufre alguna de las catástrofes naturales cada vez mayor agravadas con el calentamiento global. Por ejemplo: incendios, sequías o huracanes.
Tercero, el recurso destinado a atención a víctimas. Trístemente en el país sobran las víctimas.
En un escenario menos favorable se encuentran los apoyos a deportistas, quienes año con año van quedando rezagados y la única opción que tienen para representar al país en eventos internacionales es pagando los gastos por su cuenta. Hay muchísimos atletas talentosos en el país que tienen que abandonar sus sueños por falta de recursos y el nulo apoyo por parte de las comisiones encargadas del deporte.
Hay solo dos temas que parecieran ser prioritarios en cuanto a redistribución presupuestal: La refinería dos bocas y el tren maya. El primer caso es prácticamente tirar el dinero a la basura. Pemex está en crisis, el petróleo va de salida, el uso de hidrocarburos en disminución la tendencia indica que las refinerías deberían desaparecer a futuro. Incluso el Fondo Monetario Internacional advirtió la semana pasada sobre la inviabilidad del proyecto de la refinería Dos Bocas.
El gobierno sigue obsesionado con el uso de combustibles fósiles y la dependencia económica de la compra-venta de petróleo que si bien era viable hace unas décadas, hoy vemos cómo incluso los grandes líderes petroleros buscan un modelo de negocio con mayor rentabilidad a largo plazo.
Mientras tanto, la educación, el deporte, la ciencia y las artes van quedando en el olvido. Los mexicanos seremos más pobres en esta década porvenir y también estaremos peor educados.