Un pueblo que pierde la Esperanza Estas líneas…

Estas líneas…

Un pueblo que pierde la Esperanza

+ Revelan corrupción de “El Pantico” en Empalme; pero la denuncia se llevará directo a FGR; los yaquis fuera de control: retan al propio AMLO; con sus jóvenes, el PRI dará la batalla; Iván no sabe, por eso culpa a CFE por cortar la luz

Agustín Rodríguez L.

EMPALME, Son.- El “Pantico” Genesta habría defraudado a los empalmenses solo en 2019, entre 8 y 10 millones de pesos, acusan varios regidores y la síndico municipal, en esta ciudad donde los partidos se disputan fieramente el poder con pésimo efecto sobre el pueblo.

El PRI creyó haber vuelto en 2015, cuando impuso al líder maquilero Carlos Gómez Cota, quien “perdió” dos veces el presupuesto para arreglar una calle aún tirada, desapareció el pago de la retrasada empresa española que construye la desaladora; se compró rodillas nuevas con el médico que cuida las del “Chicharito” Hernández, entre otras lindezas que le atribuyen.

Por eso este pueblo tan castigado por la violencia y la corrupción se subió a la “Pejeola” y se entregó a Morena, a través del improvisado petista, Miguel Francisco Genesta Sesma, con la esperanza de sacudirse a los tradicionales saqueadores y las cosas cambiaran. Pero pelos y señales hablan de saqueo, lo cual explicaría por qué la ciudad está como está.

El Presidente Municipal no solo llenó de familia la nómina, fiel a la cadena de nepotismo que ata al país, sino que la opacidad se volvió bandera expuesta por la síndico municipal Adriana Pacheco Espinoza, al señalar que “la realidad nos superó”. Exhibe documentos ilustrativos y lamenta que “eso es un gran golpe a la esperanza que se tiene de generar cambios con esta administración”.

Hay obra ficticia, empresas fantasmas o factureras, renta de equipo y maquinaria que no existe y la responsable jurídica del Ayuntamiento asegura tener nombres, datos y pruebas de que Genesta transfiere dinero a sus cuentas personales y firma cheques expedidos a empleados, que él mismo cobra.

Las denuncias han llegado ante el Fiscal Anticorrupción de cuyo nombre no puedo acordarme, y por supuesto, ante Contraloría Municipal, pero en esas oficinas no se toman en serio lo que implique lucro de funcionarios con el dinero del pueblo. Por eso preparan el gran paquete de leperadas detectadas, para llevarlo a la Fiscalía General de la República.

Siguen escarbando. Faltan datos de 2020 y los añadirán, aunque es más difícil la detección, pues con un año más de experiencia, el “Pantico” y sus secuaces habrían refinado su forma de burlar la ley.

Y eso tiene qué ver con este comentario del regidor morenista Eliú León Acosta: “vemos que se han robado los dineros, más (también) la fe y la esperanza”. Momento dramático para Morena, pues erradicar la corrupción era su principal bandera.

Eliú lamenta que “nos ha llevado a una lucha desgastante”, pero se mantendrán firmes con la esperanza de recuperar el rumbo.

También, lapidario, el ex “verde” y hoy independiente, Roberto Romero Guerrero, pone un botón de muestra: “Coditos” y tubos de PVC por 800 pesos, al Ayuntamiento de Empalme le costaron más de 7 mil”, y lo confirma con un presupuesto local, de esos que hoy evita la comuna.

La denuncia toca a la firma Leveira, presuntamente propiedad del vocero del PT en Sonora, Ramón Flores; a la consuegra del alcalde Cecilia Chaparro; el contador del DIF, Alberto Cañedo; y empresas cuyos cheques recoge el alcalde y los cambia.

El alcalde manifestó desprecio por los medios de comunicación al espetar que responderá “por única vez” –acusó recibo del golpe, evidentemente—y culpa a regidores de denostarlo. A los empalmenses pide que “no se enganchen, no se crean todas las mentiras que se dicen del “Pantico” Genesta y sus funcionarios”.

Devuelve acusaciones a los acusadores y sentencia amenazante: “vamos viendo quién es cada quién”.

Reconoce facturas, confirma que es real la documentación expuesta pero niega malos manejos, como negó el nepotismo que tiene en abundancia, por eso no le creen. Debe negarlo, como principio básico del político, y defenderse con abogados que paga el dinero público. Vicios pues, que  persisten y por eso la gente ya no respeta a sus autoridades.

Se supone que son otros tiempos. Veamos si es cierto eso que dice el presidente López Obrador y Empalme logra arreglar esas cosas. O si, como cita la reza cínica del político setentero del siglo pasado resucitado en los ejemplos cuatroteístas, sólo cambió todo para que todo siga igual.

TIROS RÁPIDOS

1.- Algo falta a los gobiernos federal y estatal –el Municipal solo llega al grado de ornato—para entender que los yaquis están fuera de control.

Fomentar la dualidad en los años 90 dividió a la etnia y los gobiernos lograron decidir por ellos, más para mal que para bien, pero ahora hay un tercer grupo que no tiene nada qué ver con la legalidad y opera para lucrar con exigencias fiscales propias del Estado. Y extorsionar, claramente, a quienes usan a carretera federal 15 a su paso por suelos de la nación yaqui.

Y hace unos días fue asesinado el representante de la Comisión de Vivienda para pueblos yaquis; el gobierno federal condenó el crimen. Y hasta allí.

La gente cree que todo eso es un mensaje al presidente López Obrador para que no modifique la forma de llevar recursos a la etnia, pues eso deja fuera a esquilmadores del dinero público. Se está tardando en responder, suponiendo que pueda responder, el presidente.

2.- El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, pidió otorgar 1 de cada 3 candidaturas a los jóvenes porque “creemos en ellos y en lo que le pueden aportar a nuestro país, con sus ideas, su energía y su compromiso con el presente y el futuro de México”.

En Guaymas el mensaje parece definir cosas. Las siglas tienen varios jóvenes en la primera línea y no se batallará para elegir, caso del presidente del Comité Municipal Gines Valentín Rodríguez. Y del regidor Manuel Olmedo Samaniego, quien ya es propuesta para el Congreso local por el Distrito XIII, en la alianza PRI-PAN-PRD.

3.- Comisión Federal de Electricidad cortó la energía eléctrica a Comisión Estatal del Agua, que reaccionó llamándola abusiva, porque en plena pandemia obstaculiza el abasto de agua la sedienta población de Guaymas y Empalme.

Mal para el cántaro. Ese botín político llamado CEA busca justificar vicios con ese argumento, cuando sabemos que su servicio colapsa. Que no pague la luz es algo común y siempre reacciona al corte.

Quizá eso no lo sabía el administrador fuereño y su pandilla de potencial mapachería, Iván cruz Barriente, por eso reaccionó así. Pero a CFE le hizo lo que Eolo al Benemérito de las Américas, de tal manera que ya volvió a cortar.