2021 La madre de todas las elecciones: Alan Castro

2021

La madre de todas las elecciones

 

Por Alan Castro Parra

 

Iniciamos este año inmersos en el proceso electoral que culminará con una de las elecciones más disputadas en la historia de Sonora, no solamente en términos de competitividad entre los diferentes proyectos políticos, sino también hablando de una campaña que se prevé como una guerra sucia, una elección de Estado y un resultado judicializado.

 

En este proceso electoral en Sonora estarán en pugna 101 cargos de elección popular, siendo la joya de la corona la gubernatura del estado, no obstante serán fundamentales los escaños legislativos para el futuro del país y la entidad, sin restarle importancia a las alcaldías, ya que a diferencia de la pasada elección, este 2021 la política se construirá desde lo local.

 

Para nadie es un secreto que el proceso electoral del 2018 fue atípico, pues derivado de un hartazgo ciudadano un solo proyecto político arrasó como un tsunami electoral trayendo una gran ola desde lo nacional a lo local, no obstante hoy son otras circunstancias políticas en el país y evidentemente no aparecerá en la papeleta electoral el presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

Dicho esto, en esta elección en Sonora influirá más el tema local que el nacional, donde el desempeño del gobierno del estado, de los diputados y en especial de los presidentes municipales, motivará al electorado sonorense a un voto más pensado y menos emocional, pues ya se apaciguaron las aguas y como dicta el adagio popular: el río siempre vuelve a su cauce.

 

Si bien no se repetirá el fenómeno de 2018, tampoco podemos tomar como referencia pasadas elecciones y decir que este 2021 será normal, pues evidentemente hay otros factores como el tema de la pandemia, la crisis económica y de seguridad, así como nuevos paradigmas electorales que convierten a este proceso electoral en atípico, o bien de nueva normalidad.

 

Precisamente en esta etapa de precampaña para las candidaturas a la gubernatura del estado por parte de dos aspirantes, se ha visto como han tenido que suspender actividades, reducir el número de personas en las reuniones y tomar todas las medidas necesarias para no contribuir a la máxima preocupación que tiene la mayoría de la ciudadanía, el riesgo de contraer covid-19.

 

Guerra sucia

 

Debido a la pandemia las restricciones sanitarias en las próximas campañas electorales harán que los partidos políticos tengan que encontrar otro mecanismo de comunicación con el electorado, donde evidentemente el proselitismo se llevará mayormente por aire y no por tierra, al reducirse las reuniones y evitar las aglomeraciones de ciudadanos y potenciales votantes.

 

Al restringirse las visitas de casa, reuniones vecinales y mítines multitudinarios, los medios tradicionales de comunicación masiva volverán a tomar relevancia en este proceso electoral, pero sobre todo las nuevas tecnologías de la información y comunicación, a las cuales nuestra sociedad red tiene cada vez mayor acceso y donde pasa mayor parte del tiempo.

 

El internet, y en específico las redes sociales, se convertirán estas elecciones en la esfera pública donde no solo se debatan los temas públicos, sino el electorado contraste los proyectos políticos, el perfil de los candidatos y las propuestas de campaña, pero sin duda tendrá otros desafíos, como la desinformación por medio de las fake news y las campañas negras.

 

Con incipientes medidas de regulación por parte de las autoridades electorales y de las propias redes sociales, evidentemente el que se lleven a cabo las campañas en internet abonará a la calumnia, al desprestigio, a la difamación y a la violencia, a una guerra sucia sin cuartel que desbordará las pasiones y hará correr la sangre al río, al menos de manera virtual.

 

Elección de Estado

 

El proceso electoral en Sonora se vislumbra también como una elección de Estado, tanto en el orden federal como estatal, ya que por una parte estará compitiendo un ex miembro del gabinete del gobierno federal, por otra parte un proyecto político buscará de cierta forma la continuidad en el gobierno del estado. Ambos proyectos echarán mano de todos sus recursos para ganar.

 

Las recurrentes visitas del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador a Sonora, la venia a su ex secretario de Estado y el polémico despliegue de programas sociales en la entidad, parecieran una clara señal de un interés especial de la federación por la gubernatura del estado, esto aunado al incremento y presencia de la guardia nacional, informada por un precandidato.

 

El tema de seguridad también hace suponer una elección de Estado, pues cada proceso electoral significa naturalmente un proceso de cambio y si el propio ex secretario de seguridad ha dicho que se encuentran en pugna varias regiones del estado entre células criminales, esta campaña puede significar el generar nuevos compromisos con potenciales nuevos jefes de la plaza.

 

Por otra parte, si bien desde el palacio de gobierno han sido muy cautelosos en no mandar mensajes de intromisión en el proceso electoral o incluso de suponer un candidato oficial, sería ingenuo pensar que el proyecto que busca continuidad no recurrirá al aparato de estado para sostener posiciones de poder y garantizar un transición sin complicaciones ni contratiempos.

 

Resultados judicializados

 

Hoy en día es común que cualquier asunto, independientemente que no se logre resolver por los conductos o instituciones pertinentes, se vaya a otras instancias legales como tribunales y órganos judiciales para tener una resolución, temas que van desde lo legislativo hasta lo electoral, un claro ejemplo precisamente son los partidos políticos nacionales de nueva creación.

 

El INE fue el órgano encargado de decidir qué partidos políticos lograron los requisitos para obtener su registro, sin embargo por medio de impugnaciones finalmente fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien dio el veredicto final, evidenciando la vulnerabilidad a la autoridad electoral y vaticinando lo que podría pasar en este proceso electoral.

 

La tendencia en una elección competida, es que los resultados sean cerrados y sea una mínima cifra de votos la que marque la diferencia, por ello la impugnación de casillas pueden significar la victoria o derrota de cualquier candidato, sin embargo hoy cualquier resultado independientemente del margen de diferencia se puede judicializar y terminar en tribunales.

 

En la entidad esto cobra mucha relevancia porque el Instituto Estatal Electoral de Sonora no inspira credibilidad y confianza, pues ha tomado una serie de decisiones que no garantizan imparcialidad y realmente un proceso democrático, por lo cual es muy pertinente ir armando un buen equipo de derecho electoral, pues bastantes triunfos podrían ganarse en un juzgado.

 

No cabe duda que estamos frente a la madre de todas las elecciones, el reto para las autoridades electorales es grande y significativo, pero también nos pone a prueba como ciudadanos en estos tiempos de crisis, pues la calidad de nuestros gobernantes y representantes que elijamos este 2021, será el reflejo de lo que actualmente somos como sociedad. Es cuanto.