Compras en línea

Compras en línea

 

No hay nada cómo ese sentimiento de medirse las prendas que más nos gustan; sentir la calidad de la tela vistiendo la piel o experimentar la ilusión de la compra que vamos a realizar, solo piénsalo un momento, ¿qué es lo más característico, ese detalle mínimo que percibes al comprar?, y a través de todos estos sentires podemos saber, por medio de nuestra percepción, si esa prenda estaba destinada a nuestro armario. ¿Cómo es que sobrevivimos sin esos sentimientos este año tan caótico como lo fue el 2020? Si nos ponemos a pensar, este año lo vivimos de recuerdos, nos sumergimos en el pasado, vivimos de momentos en Facebook, historias de años pasados en Instagram…lo vivimos extrañando.

 

Asimismo, nos atrevimos -pero sobretodo nos arriesgamos- a lo inesperado, como a realizar todas aquellas compras aunque no tuviéramos la certeza de que esas prendas nos encantarían al llegar, aún así lo hicimos, aunque no fue un año tan favorable para algunos, el mundo del comercio virtual tuvo un gran auge y eso sin duda alguna incluye a las industrias de la moda que se adaptaron perfectamente a la pandemia y lograron hacer sus ventas más eficaces mediante internet.

 

El auge de la moda en la pandemia ha ido en aumento pese la situación que actualmente vivimos, esta realidad nos hace ver que el comercio electrónico se ha vuelto fundamental en nuestras vidas y una vez más la tecnología se pone del lado de las industrias para así ellas hacernos sentir con la comodidad de comprar tan solo con hacer un click.

 

Aunque claro, no todo fue color rosa ya que comprando en línea nos pudimos dar cuenta de algunos aspectos que no podemos reemplazar a comparación de asistir a una tienda física. Como el hecho de no sentir esos olores e incluso esa música que el marketing ideó para motivarnos a comprar más, al llegar nuestro pedido a casa nos dimos cuenta que algunas prendas no cumplían con todas nuestras expectativas, nos decepcionamos al ver que la ropa no nos quedó como lo imaginamos o no experimentamos todos esos sentimiento que contábamos al principio, ¿recuerdas?, aunque como todo, el comprar en línea trajo consigo cosas buenas, como el hecho de liberarnos de largas y tardadas filas en los centros comerciales. El desplazarnos de nuestro hogar a las tiendas físicas puede ser a veces distancias prolongadas, posiblemente encontremos menos ofertas en una tienda física a comparación de una tienda online y algunas de las prendas que nos interesen no sean de nuestra talla o quizá no estén en existencia.

 

Y como estas menciones habrá un sin fin más que olvidamos destacar pero que no pasan desapercibidas, este año nos dejó muchas experiencias que nos será imposible ignorar y para muchos de nosotros fue un año desafiante pero que sin duda alguna nos fue enseñando en la marcha, como lo fueron las compras en línea.

 

Aún no sabemos cuánto durará esta nueva realidad que estamos viviendo y mi pregunta es ¿será que las compras online vinieron a sustituir a las tradicionales o solo a complementar una experiencia de compra? Quizás después esta pregunta se vaya contestando con el tiempo, mientras tanto tendremos que esperar y ver a dónde nos lleva esta situación.