De benditas a malditas redes sociales

De benditas a malditas redes sociales

 

De pronto, las “benditas redes sociales” se han vuelto tan malditas que hay que controlarlas con el puño de hierro del Estado. No basta con que Twitter, Facebook, Instagram y otros gigantes de la tecnología tengan sus propios reglas para restringir publicaciones controversiales y para expulsar a los usuarios violentos.

 

El pasado 8 de febrero, Ricardo Monreal, coordinador de MORENA en el Senado del a República, hizo circular a través de su página y redes sociales una iniciativa de reforma con la que pretende reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión para regular a las redes sociales bajo el argumento de proteger la libertad de expresión.

 

Esta propuesta legislativa surgió luego que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la decisión de Twitter de cerrar la cuenta del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump en el contexto del asalto violento al Capitolio estadounidense, en enero pasado.

 

Distintos espacios ya se han encargado de evidenciar tanto la ignorancia de los autores sobre cómo funcionan las redes sociales, así como las consecuencias negativas que tendría la iniciativa en materia de diplomacia internacional, impacto social y viabilidad financiera.

 

Por si fuera poco, Monreal pretende hacer todo esto en pleno proceso electoral, a sabiendas que el sentido de su propuesta le puede restar adeptos a su partido, sobre todo entre la población joven usuaria de Internet. En México hay más de 60 millones de usuarios en facebook y 9,5 millones de usuarios en twitter.

 

¿Y si el apuro del Senador se debe a que la historia nos recuerda que además de Trump, hay políticos en México a quienes les gusta hacer berrinches y revueltas sociales cuando el resultado en las urnas no le favorece?

 

Cuando un gobierno pretende regular las redes sociales, atenta contra la capacidad de organización, libertad de expresión y crítica ciudadana. Además, las redes sociales son -a final de cuentas- empresas tecnológicas privadas.

 

Estas empresas están consolidadas en territorio de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial con el que tenemos tratados diplomáticos y comerciales que por cláusulas obligan a respetar y abrirle paso a la libre competencia.

 

Difícilmente los gigantes tecnológicos se doblegarían ante los caprichos del gobierno Mexicano.

Estados Unidos aprendió la lección con TikTok, ¿se imagina usted un México sin facebook, twitter o instagram?