División de poderes: AMLO contra el Poder Judicial
División de poderes: AMLO contra el Poder Judicial
La división de poderes en México, es la máxima expresión constitucional en el Estado de Derecho, pero recientemente pareciera que existe un intento por controlar el poder Legislativo y Judicial desde el poder Ejecutivo, lo que, sin duda, no abona al sistema democrático del país.
El Presidente de la República planteó el día de ayer, en la conferencia mañanera, que si el Poder Judicial considera que las reformas a la ley eléctrica que fueron aprobadas por el Congreso no son constitucionales, entonces él procedería a proponer una reforma a la Constitución, avanzando un paso más en su defensa de la reforma eléctrica que cruza la frontera de la interferencia en las decisiones judiciales o en todo caso, hacia un gobierno totalitario.
Pareciera haberse dado un giro en la posición de AMLO, ya que previamente se había lanzado en contra del juez Gómez Fierro, que otorgó suspensiones provisionales, dejando sin efecto las reformas en materia eléctrica. Ahora, el planteamiento es que si hay rechazo del Poder Judicial, más bien buscará reformar la Constitución.
Es perfectamente válido que el Presidente tenga una visión diferente del sector energético respecto a la de su predecesor. Eso ocurrió también en el gobierno de Enrique Peña y por esa razón se procesó una reforma constitucional en la materia. Lo que no es correcto es que a través de un acuerdo, como pretendió el año pasado la Secretaría de Energía o de una reforma a una ley secundaria como ahora, se pretenda darle la vuelta a lo que dice la Constitución en materia de competencia y del mercado eléctrico.
Esta y otras iniciativas como la de eliminar los organismos autónomos son signos de que en México se coquetea con la idea de gobernar como en una dictadura política, eliminando cualquier contrapeso a las decisiones de AMLO. Un poder absoluto, único, incuestionable y autoritario que prevalezca en el país.
Al obtener el Presidente Andrés Manuel López Obrador carro completo en las elecciones de 2018, con más de 30 millones de votos y la gran mayoría en el Congreso Federal, con una oposición tan débil y devastada, el único contrapeso del Presidente es el tercer poder: el Judicial.
En este sentido, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, afirmó que los “jueces federales del país actúan con independencia y autonomía”, y sus fallos deben ser respetados. Para expertos en la materia de Derecho esta solicitud es intimidatoria y va contra la autonomía del Poder Judicial e incluso van más allá al señalar que el Ejecutivo federal atentó contra la división de poderes al pedir que se revise la actuación del juez Gómez Fierro, al mismo tiempo que urgieron al Poder Judicial salir en defensa de su autonomía.
La visión única del caudillo incuestionable, el nacionalismo añejo y oxidado, la misma manera de hacer política de siempre, pero peleada con los nuevos paradigmas del mundo, con una economía cerrada, contaminante, poco incluyente, parece ser nuestra realidad a corto plazo.