Tomar las calles para arrebatar nuestros derechos
Tomar las calles para arrebatar nuestros derechos
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En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, los movimientos feministas juegan un papel imperante en la agenda pública, los medios de comunicación voltean a ver a estas manifestaciones como la principal fuente de información que se ve retratada en las portadas de los medios de la vida nacional y local. El debate sobre el cómo se cubre la nota siempre está presente, para algunas editoriales lo más relevante son las demandas de las mujeres a vivir una vida libre de violencia mientras que para otros lo más importante a resaltar son las pintas o los posibles enfrentamientos que se dan dentro de las movilizaciones, sin embargo, poco se habla de lo que logran los colectivos de mujeres que salen a la calle a manifestarse, que dicho sea de paso, la toma de las calles sigue siendo el mecanismo de protesta más antiguo pero también el más efectivo y vigente.
Ante el incesante crecimiento de la violencia contra las mujeres en los últimos cinco años, se ha desarrollado un boom de los movimientos feministas en todo Latinoamérica, recordarán a las chilenas conocidas como Las Tesis, tres mujeres que escribieron y dirigieron el himno “Un violador en tu camino” que le dio la vuelta al mundo y unió a mujeres de todos los continentes, quienes tomaron las principales avenidas de sus ciudades para unirse en una expresión de coreográfica y sonora para visibilizar la violencia de que son objeto las mujeres.
Cada año las formas de exigir justicia para las víctimas de violencia cobran nuevas expresiones y se reinventan a sí mismas. Este año surgió una nueva imagen que seguramente quedará para la historia, hablo del “muro de la paz” que el gobierno federal colocó alrededor de Palacio Nacional para protegerlo de las marchantes, lo cual provocó la indignación de las mujeres quienes lo convirtieron en un lienzo para crear un memorial de las miles de víctimas de feminicio en México, así este muro se llenó de flores para acompañar los nombres de las víctimas así como de diferentes frases para exigir justicia y el cese de la impunidad que impera en las instituciones de impartición de justicia del Estado.
Tomar las calles sigue siendo el mejor mecanismo para visibilizar las protestas y exigencias de la ciudadanía. Entre los logros más recientes generados por la protesta social, se encuentran el decreto de Alerta de Violencia de Género en la CDMX, la creación de un Registro Público de Agresores Sexuales, la creación de la Ley Ingrid, la Ley Olimpia y la despenalización del aborto en el estado de Oaxaca.
Es increíble la fuerza y la capacidad que las mujeres han demostrado para crear comunidad y unirse para exigir el reconocimiento de sus derechos, sin duda los movimientos feministas contemporáneos seguirán teniendo una fuerte incidencia en la política mexicana y si la clase política no voltea y toma en serio a la mitad de su población, seguramente serán las mujeres quienes en las urnas hagan efectivo su derecho a tomar el rumbo del país.
¡Hasta la próxima!
