Una sequía sin precedentes
Una sequía sin precedentes
Uno de cada cinco pozos en todo el mundo corre el riesgo de secarse si los niveles de agua subterránea disminuyen aunque sea solo unos pocos metros, según un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Science.
Actualmente los pozos abastecen de agua a la mitad del sector agrícola del mundo y de agua potable para consumo a miles de millones de personas. Pero estos acuíferos de los que provienen los pozos peligran en los últimos años por el cambio climático, la demanda desmedida y la falta de gestión e intervención gubernamental para regularlos.
Investigadores de la Universidad de California Santa Bárbara (UCSB) desarrollaron un análisis que compilaba registros de construcción de casi 39 millones de pozos de agua subterránea en 40 países, con datos como su ubicación, profundidad, propósito y fecha de construcción.
El informe reveló que entre seis y veinte por ciento no superan una profundidad cinco metros mayor a la de sus niveles freáticos, lo que implica que millones de pozos están en riesgo de secarse si los niveles de agua subterránea disminuyen solo unos pocos metros.
Una alternativa empleada cuando los pozos se secan es cavar más profundo, pero eso incrementa las posibilidades de toparse con agua de mala calidad, según los especialistas. Además, la construcción de pozos con maquinaria es costosa, lo que significa que cavar más profundo no siempre es una opción.
Pero sin duda un factor determinante es el del calentamiento global y el aumento del nivel del mar debido al cambio climático. Se proyectan sequías más severas de varios años a varias décadas en algunas regiones, lo que genera mayor demanda de agua subterránea y menor reposición de los acuíferos.
Así mismo, el aumento de los niveles del mar podría inundar las reservas de agua dulce y contaminar los suministros restantes.
Por otro lado, el aumento de las inundaciones como resultado del cambio climático podría, en realidad, ser una bendición para los acuíferos en peligro. Una nueva investigación de la Universidad de Stanford publicada la semana pasada en la revista Science Advances sugiere que almacenar el agua de las inundaciones podría ser una forma de recargar las reservas de agua subterránea.
La gestión tradicional de la corriente de aguas pluviales utiliza represas a nivel de superficie, pero métodos más nuevos para gestionar el suministro de agua agregan infraestructura al subsuelo. Pero eso se limita a ciertos lugares y condiciones meteorológicas, entre tanto, regiones como nuestro estado enfrentarán una de las sequías más fuertes en tiempos recientes.
Sonora sin plan de emergencia ante sequía extrema
Según una investigación realizada por Mely Meza y el equipo de Nuevo Sonora, el último reporte del Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua 71 municipios de Sonora se encuentran en un nivel de sequía de moderada a extrema.
Cinco municipios de Sonora se encuentran con niveles de sequía grave o excepcional: Agua Prieta, Caborca, Altar, Siáric y Plutarco Elías.
Los informes de la Comisión Nacional del Agua detallan que la precipitación media anual en Sonora es de 362 milímetros, la mitad del promedio anual nacional que es de 778 milímetros. El 66.2% de esas lluvias, se presentan durante los meses de julio, agosto y septiembre. Durante la temporada de otoño-invierno se presentan el 26.1% de lluvias.
En el informe diario que la CONAGUA realiza del sistema de presas de la cuenca noroeste, los 10 principales embalses en Sonora presentan un déficit superior al 70% respecto al año anterior. En total al día de hoy las 10 presas almacenan 2 mil 448 millones de metros cúbicos.
Pero el caso más grave es en la cuenca del Río Mayo donde la presa Adolfo Ruiz Cortines, mejor conocida como Mocúzarit registra un almacenamiento del 1%, es decir poco más 10 millones de metros cúbicos.
En la Zona de la Cuenca del Río Mayo, la media histórica de precipitaciones es de 715 milímetros anuales, sin embargo, en los últimos años las lluvias han sido escasas además en el último ciclo agrícola los agricultores de la región utilizaron hasta la última gota para el riego de más de 60 mil hectáreas que se programaron para el ciclo 2020-2021.
A pesar de que el almacenamiento en la presa Mocúzari tenía menos de 30 millones de metros cúbicos, el Comité de Grandes Presas de la Conagua, autorizó la extracción adicional de 10 millones de metros cúbicos para riegos de auxilio.
En el distrito del riego del Río Mayo que abarca los municipios de Navojoa, Huatabampo y Etchojoa, se siembran más de 100,000 hectáreas cada ciclo agrícola y con esta superficie se genera una derrama económica en la región superior a más de 3600 millones de pesos.
Sin embargo, ante la escasez de lluvias, ¿Qué están haciendo las autoridades?
La CONAGUA, que es la institución encargada de regular y administrar las aguas nacionales, no ha activado los protocolos de emergencia contra la sequía para contrarrestar la falta de agua que enfrenta el estado este año.
Es decir, no se ha planeado la perforación emergente de pozos, ni la distribución de agua en pipas para consumo humano en las comunidades más afectadas por la escasez de agua. Tampoco se ha solicitado la declaratoria de emergencia por sequía que se hacía ante la FONDEN, pero este y otros fondos fueron desaparecidos como “medidas de austeridad” de la actual administración federal.
El agua es un tema de seguridad nacional y es indispensable para el desarrollo de la vida, la producción de alimentos y el desarrollo de las ciudades. Durante el pasado mes de marzo no se registró ninguna precipitación y en sí, se vislumbra un cierre de año difícil.
El pronóstico de largo alcance del Servicio Meteorológico de la Conagua para Sonora es seco, es decir que no habrá lluvias, por lo que habrá problemas de agua tanto para el consumo humano como para las actividades productivas como el sector agrícola, la principal actividad económica del estado.
La región de la sierra no ha estado exenta, la sequía ha golpeado con fuerza al sector ganadero donde muchos pequeños empresarios han tenido que vender su ganado para poder subsistir. Otros más han visto sus reses morir lo cual ha generado una crisis económica en la región.
Además de que en años anteriores, las aguas del Río Sonora fueron contaminadas gravemente por derrames de empresas mineras, desastres que hasta el día de hoy afectan la vida de los habitantes de ciudades aledañas donde los pobladores incluso tienen que recurrir al uso de agua purificada para bañarse.
En el Valle del Yaqui, donde se cultivan más de 220 mil hectáreas, está previsto que se programe para el próximo año tan solo el 60 % de la superficie la cual puede evaporarse.
En el valle del mayo, el panorama es peor, con tan solo 10 millones de metros cúbicos en la presa, la cual puede evaporar durante los meses de estiaje, se prevé que podrían programarse cerca de 30 mil hectáreas utilizando el agua de poco más de 150 pozos con los que se cuentan.
A pesar de esto, ni la Comisión Nacional del Agua, ni la Comisión Estatal del Agua, ni Sagarpha han implementado medidas de emergencia para mitigar los efectos de la sequía. No se pierda la siguiente parte de la investigación del equipo NS que circulará en redes sociales la próxima semana.