La viabilidad de manipular el clima como alternativa para hacerle frente a la sequía

La viabilidad de manipular el clima como alternativa para hacerle frente a la sequía

 

A lo largo de la Historia, el hombre siempre ha intentado dominar todo lo que le rodeaba. Poco a poco lo fue consiguiendo con la agricultura, la ganadería e incluso la selección artificial de especies domesticadas y con el paso de los siglos, su influencia se extendía por toda la naturaleza.

 

El cambio climático es un hecho. En un contexto global de preocupación por el calentamiento global y la alteración de ecosistemas, en los últimos tiempos han nacido técnicas cuya finalidad es modificar las condiciones meteorológicas, desde producir precipitaciones hasta inhibir la formación de granizo.

 

Todas las técnicas de manipulación climática se engloban dentro del concepto de la “geoingeniería”. Aunque esta técnica en un principio se uso más para actuaciones a nivel planetario que permitieran cambiar el clima de forma global, también se utiliza para designar a las actuaciones a pequeña escala, como actuar sobre una tormenta.

 

Las técnicas de geoingeniería están siendo estudiadas y ya se está instalado el debate sobre qué implica su uso pues la manipulación del clima plantea desafíos tecnológicos y dilemas éticos. 

 

La sequía en el estado es alarmante

 

De acuerdo al último reporte del Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua, 71 municipios de Sonora están en un nivel de sequía de moderada a excepcional, lo que implica pérdidas generalizadas de cultivos o pastos, riesgo excepcional de incendios, escasez de agua en embalses, arroyos, pozos y una inminente situación de emergencia debido a la ausencia del vital líquido tanto para consumo humano como para actividades productivas.

 

En el informe diario que la CONAGUA realiza del sistema de presas, los 10 principales embalses sonorenses presentan un déficit superior al 70% respecto al año pasado. A pesar de que al fin estamos viendo las primeras lluvias del año, aún no estamos fuera de riesgo.

 

La cuenca del Río Mayo, la presa Adolfo Ruiz Cortines (Mocúzarit) presenta un almacenamiento del 2%, es decir, poco más de 10 millones de metros cúbicos. En la cuenca del Mátape, la presa Ignacio L. Alatorre está seca. El Molinito, al este del Hermosillo, tiene 5% de su capacidad normal, de donde no se pueden realizar extracciones porque están los sedimentos del derrame de ácido acidulado de la mina de Cananea.

 

El pronóstico de largo alcance del servicio meteorológico de la CONAGUA para Sonora tampoco es alentador, se esperan muy pocas lluvias este verano y lo único que podría contrarrestar la sequía es la llegada de ciclones tropicales.

 

Para expertos en el tema como el Ingeniero Cesar Lagarda Lagarda, ex director de Comisión Nacional del Agua (2013-2017) lo que debe hacer la federación es perforar pozos más profundos porque los acuíferos son los que tardan más en recibir el impacto de una sequía. 

 

Ante un incremento de los periodos e intensidad de la sequía como consecuencia del cambio climático, es creciente la necesidad de implementar medidas alternativas como las que ofrece la geoingeniería para propiciar las lluvias en el Estado ¿qué tan viable y efectivo sería esto?

 

Una técnica conocida

 

La generación artificial de lluvia es posible a través de aumentar los núcleos de condensación utilizando generalmente sales de yoduro de plata sobre las nubes. Es una práctica que se lleva haciendo desde inicios del siglo pasado.  

 

El mayor sistema de siembra de nubes en el mundo es el del gobierno Chino, que considera que aumenta la cantidad de lluvia en varias regiones cada vez más áridas, incluida su capital, Pekín, mediante el disparo de cohetes con yoduro de plata hacia el cielo. Hay incluso conflictos políticos causados por las regiones vecinas como India que se acusan mutuamente de “robar la lluvia”, utilizando la siembra de nubes.

 

Actualmente China desarrolla un proyecto más ambicioso en cuanto a escala y resultados en obtención de lluvia artificial con el que pretende aportar precipitación a una de las zonas más secas de su país, la meseta tibetana, situada al norte de las montañas del Tíbet. 

 

En esa meseta fueron colocadas quinientas cámaras de combustión en la cara sur de las montañas del Tíbet en las que se generará, por combustión, yoduro de plata. Al adentrarse el viento sur monzónico, húmedo, ayudado por el yoduro de plata será capaz de generar nubes que podrán precipitar a sotavento dejando la ansiada agua en la planicie.

 

Pero no solo en China se crea lluvia artificial, en México también lo hemos hecho en los últimos años y concretamente en Sonora se volverá a implementar esta estrategia no utilizada desde el 2003.

 

El programa de estimulación de lluvias en Sonora con Yoduro de Plata para atender los efectos de la sequía, ya dio inicio el pasado 20 de junio, informó Miguel Ángel Ibarra Yáñez, encargado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA).

 

Ibarra Yáñez indicó que el trabajo de inyección de nubes será por un período aproximado de tres meses. La aplicación de este químico nunca es exacta debido a factores ambientales como cantidad y velocidad de viento, lo que puede provocar afectaciones en otras zonas donde se deposite “sin querer”, es decir, no se puede calcular con exactitud dónde caerán las precipitaciones.

 

Proyecto con el que se espera que presas como la Lázaro Cárdenas, la Angostura; Plutarco Elías Calles, El Novillo y Álvaro Obregón, El Oviáchic, sean uno de los principales lugares que abastezcan del vital líquido.

 

Así como la presa Bicentenario Los Pilares y la Adolfo Ruiz Cortines, el Mocúzarit, ubicadas en la Región del Mayo que son las más críticas en todo el Estado.

 

Indicó que este método ya se aplicó en Ensenada, Baja California durante el mes de febrero, donde se tuvieron buenos resultados y se obtuvo el 20 por ciento más de lluvia, la cual esperan suceda en Sonora.

 

Lo cierto es que en la actualidad la siembra de nubes se limita a una escala pequeña y los resultados son controvertidos por el simple hecho de que son impredecibles y porque podrían alterar también la formación de nubes en estados vecinos. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. ¿Será la siembra de nubes una alternativa eficaz para contrarrestar la sequía en el estado?