Playa incluyente sí, pero el lugar es peligroso; llega la constructora y comienza a trabajar, por eso se supo de la obra; invertirán 8 MDP de dinero federal; se hace o se regresa el dinero, dice el Ayuntamiento; Empalme ve elevarse los contagios y retoma medidas contra el Covid
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+ Playa incluyente sí, pero el lugar es peligroso; llega la constructora y comienza a trabajar, por eso se supo de la obra; invertirán 8 MDP de dinero federal; se hace o se regresa el dinero, dice el Ayuntamiento; Empalme ve elevarse los contagios y retoma medidas contra el Covid
Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son.- Las playas incluyentes son espacios adaptados para personas con discapacidad, con infraestructura, señalización, equipamiento, directorios en sistema Braile, rampas de acceso, sillas de ruedas, andaderas y camastros acuáticos y personal capacitado, de acceso libre y donde tendrán recreación social y familiar.
Hay unas cuantas, en el país, en tres estados (Sonora, dice la información en la red, tiene una: Kino Mágico), y la noticia de que Guaymas contará con una generó una tormenta, pues el punto conocido como Playa La Roca, en San Carlos, es vulnerable a mareas o tormentas y allí lo comenzaron a construir. Rápido, contrario a los largos plazos necesarios para emprender una obra pública, Costará 8 millones de pesos.
Se supo del proyecto y el azoro sobrevino. Expertos dieron su versión, entre constructores, hoteleros y operadores turísticos, como hicieron ciudadanos comunes disparando las redes: “Dinero tirado a la basura”, “la próxima tormenta demostrará la pésima idea”, “no llegará a septiembre”, “se la llevará la primera marejada”, “está pésimamente ubicada”, “ojala lo pudieran poner en un lugar donde no se lo va llevar el mar”, “sin duda es muy bueno, el problema es la ubicación”, etc.
La alcaldesa responde a quienes pueden llegar a ella, que es una gestión de 2019 y “apenas hace unas semanas nos dieron respuesta a favor”, a través de la Dirección de Zona Federal Marítima Terrestre.
Sin embargo, pocos de los consultados entre quienes ostentan alguna representación, se atreven a opinar abiertamente. Descubre quien esto escribe, el temor a represalias y por ello protejo su identidad.
Sí lo hace el exfuncionario estatal Marco Antonio Ahumada, quien confirma lo malo de elegir esa playa donde cualquier instalación es riesgosa, de difícil acceso aún con rampas de discapacitados. Recordó que allí estaba un equipo de rebombeo de Comisión Estatal del Agua (él fue director de ese organismo) pero debió reubicarse por los constantes daños por mareas y tormentas.
“Jimena”, la peor que se recuerde, destruyó la carretera escénica, el puente, la playa. Allí desfoga un arroyo natural de gran caudal y Ahumada aclara que “la idea de una playa incluyente es excelente y muy necesaria para el desarrollo de San Carlos, pero el lugar no es el adecuado”.
En la red, mil nombres opinan igual. Le pedí una entrevista al titular de Infraestructura y Desarrollo Urbano, Víctor Marín Martínez me dice que este viernes la alcaldesa dará una rueda de prensa, pero me adelanta algo:
Hay espacio suficiente, 35 metros entre el mar y el muro para una palapa y dos rampas, en 300 metros cuadrados; el resto es equipo anfibio como andadores de madera desmontable, sillas de ruedas, camillas, muletas; un automóvil para la operación, tractor para reacomodar arena y cuatrimoto. Ante amenaza de tormenta, el equipo se resguardará, porque estará encomendado a la Comisaría de San Carlos y a la Comandancia de Policía del lugar. Solo permanecería la palapa y la estructura de dos rampas de 100 metros de longitud cada una.
Buscaron oro lugar, pero “todo San Carlos está concesionado”, como lo está la ideal Playa Miramar, amplia, de baja profundidad y escasas mareas, que en 2015 inauguró como Playa Pública el entonces gobernador Guillermo Padrés. Solo “queda” lo que se llama Playa La roca, por el promontorio rocoso concesionado a un extranjero, cedido luego a un cajemense residente en San Carlos.
La disyuntiva es, hacer la Playa Incluyente número 7 en el país, para elevar ingresos a prestadores de servicios del área y facilitar la vida a personas discapacitadas que desean disfrutar del mar, o dejar ir ese dinero etiquetado específicamente para ese proyecto en ese lugar.
Para el Ayuntamiento es preferible hacerlo. Para miles de ciudadanos que opinan en redes, será dinero tirado con la primera marea fuerte; y la primera ya está cerca, pues la temporada de huracanes está en marcha y el mar nos ha dado muestras constantes de su poder en ese lugar.
P.D: se supone que gestionar el proyecto, incluyó insertarlo en el programa de obra pública Municipal, se licitó y adjudicó mediante propuestas de constructoras participantes; opinaron los beneficiarios de la obra a través de una comisión con un presidente, secretario, tesorero y tres vocales, que revisaron el impacto ambiental, tramitaron la licencia ambiental integral tras revisarse el dictamen, diagnóstico y aprobación de la Unidad de Protección Civil del Estado y del Ayuntamiento, para una obra pública en zona declarada de alto riesgo.
Y finalmente, la autorización y concesión de la zona federal marítimo terrestre a Persona Física o Moral quela operará, para quien se habría dirigido el permiso/anuencia de construcción por la Dirección de Infraestructura del Ayuntamiento. Por supuesto, con garantía de responsabilidad civil para usuarios de las instalaciones. Falta mucho por ver respecto a esta obra que ya construye… ¿quién?
EMPALME SE CONTAGIA
En Empalme, los contagios de Covid-19 se elevan y el Municipio pasó a color amarillo en el semáforo epidemiológico.
El Consejo Municipal de Salud acordó ajustes a las medidas sanitarias y ordenó acciones para reducir riesgos, volviéndose a protocolos sanitarios ya conocidos como exigir tapabocas para ingresar a establecimientos, playas, el tianguis y hasta en Palacio Municipal, donde hay ya túnel sanitizante.
En Guaymas, una sucursal de Bancomer permanece cerrada. Se descubrió que la mitad de su personal estaba contagiado.
Como dijo el de la panguita: tan bien que íbamos.