Terminó el peor trienio de la historia guaymense; asume Karla Córdova e inicia el rescate; pide apoyo al gobernador y Durazo se lo confirma; anuncian dos ejes viales pero no pasarán por suelos de “engordadores”; se fue el “Pantico” e igual, dejó destrozado a Empalme

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+ Terminó el peor trienio de la historia guaymense; asume Karla Córdova e inicia el rescate; pide apoyo al gobernador y Durazo se lo confirma; anuncian dos ejes viales pero no pasarán por suelos de “engordadores”; se fue el “Pantico” e igual, dejó destrozado a Empalme

Agustín Rodríguez L.

GUAYMAS, Son.- Karla Córdova es dueña de un antecedente social nutrido, con importante atención a comunidades yaquis y familias de la periferia, a los que nada les llega.

En su afán de ser útil buscó ser presidente municipal por diversas rutas y encajó en la visión de Alfonso Durazo y su efectivo intermediario, Heriberto Aguilar, quien vio su valía para contrarrestar el –pésimo, según los guaymenses—trabajo de Sara Valle, la mujer que recibió una segunda oportunidad y solo confirmó por qué la echaron de palacio en 1999.

La nueva alcaldesa inició con impecable negociación y logró sus primeros nombramientos, muy celebrados, por cierto: su secretario del Ayuntamiento, Tino Sarabia, hombre que hace política limpia y le gusta servir. Aprende rápido, además, y su tesorero, Daniel Apodaca, formado en la academia y muy útil para orientar sobre el rescate de la ciudad y el desarrollo con organización y legalidad. Seguirán los nombramientos, pero ya abundaremos.

Por lo pronto, pronunció un mensaje de esperanza al desalentado guaymense y habla de cuidar cada peso, aunque queda poco después de que la voracidad de los “expertos financieros”, se llevan más de la mitad del ingreso municipal, por culpa de los alcaldes léperos, inventores de gastos diseñados para engrosar sus abultadas cuentas bancarias personales.

Karla Córdova dijo que “es tiempo de rescatar la grandeza de nuestra ciudad” y llama a la unidad para el trabajo; reconoce su “enorme responsabilidad” que cumplirá con honradez, objetividad y legalidad.

Le han hablado de tanta tranza con la obra pública, como ese “pavimento de mazapán” como llamó la mofa pública al escaso pavimento de los últimos tres años; o el intento de “lavar” 8 millones inventando una peligrosa playa pública en San Carlos; o de cuentas mochas de tesoreros y “limpiadores” contables, pero “no será justificación para no sacar adelante a Guaymas”.

Aprovechó la visita del gobernador y le pidió apoyo para rescatar el Centro Histórico, convertido hoy en un pestilente espacio por culpa de la Comisión Estatal del Agua (Sergio Ávila Ceceña a la cabeza) y de los omisos gestores, negados a declarar la emergencia sanitaria ocultada por el sector Salud, que enfermó a mucha gente. O murió, pero eso nadie lo querrá confirmar.

Ya terminó el trienio de reversa en el que transitó Guaymas e inicia, lo dijo emocionada la alcaldesa, “el tiempo de rescatar la grandeza de nuestra ciudad, de sentirnos orgullosos de nuestras raíces” y de trabajar con “la generación de la esperanza”.

Alfonso Durazo le aseguró que “no estás sola, tienes un gobernador a tu lado”, y le recordó cómo “vamos a cambiar en rostro de Guaymas”.

Inició con el centro histórico, pero ataja para destacar el drenaje “que a la menor provocación brota en salida libre de las alcantarillas”, lo cual el gobernador en el sexenio de la transformación tan largamente esperada, calificó de “insano, insalubre, indigno de una ciudad tan importante como Guaymas”.

Luego, la carretera Chihuahua-Guaymas, la expansión del puerto –a la que los de siempre, los que ya se van (¿se fueron?) le comenzaron a poner trabas—, impulso al turístico y otras metas. Este caluroso jueves, Durazo Montaño agregó dos ejes viales. Es la primera vez que en un foro así se habla de la problemática vial y la difícil movilidad en el puerto.

Serán de cemento, saldrán hasta la carretera y dignificarán el transporte. Pero puso condiciones al proyecto: “que sean vialidades emblemáticas, importantes arterias de la ciudad; que estén casi deshechas –eso está bastante fácil, ironiza—; y que no tengan el objetivo de engordar baldíos, terrenos propiedad de particulares para generar plusvalía”, pues deben pasar por donde los necesita la gente.

Ya sabe Durazo que los engordadores, los que se roban terrenos y sus cómplices, han frenado el orden vial y complicado la vida de la gente. Y son muy conocidos.

POR LA PUERTA TRASERA

Valle Dessens salió por la puerta trasera, cargando la acre crítica ciudadana y su enorme deuda de género. Y con el pésimo antecedente que le provoca al Partido del Trabajo, autor de su postulación en 2018 pero al que pronto atacó con despliegue de recursos del presupuesto municipal que la alcaldesa, seguido, usó para represión y ajustes de cuentas personales.

A ver qué dice la auditoría. La buena, no la “limpiadora” en la que los cínicos involucran al ISAF, Contraloría local y estatal y hasta a la Fiscalía Anticorrupción, porque las habrían “arreglado” con esos cañonazos que hizo famosos Álvaro Obregón.

Sepa usted que el primer personaje mencionado por Durazo fue Heriberto Aguilar, diputado federal reelecto a quien hizo titular de SIDUR y llamó “Pionero de nuestro movimiento”.

Luego, Sandra Luz Navarro, diputada plurinominal gracias “a la bendita tómbola”, pues sin ella la legisladora guaymense no habría tenido mucha oportunidad de serlo.

Fue generoso en el elogio al trabajo de los militares, porque no es fácil poner orden ante inseguridad que se dejó crecer hasta las nubes, “pero lo están haciendo”. En Guaymas, Empalme y Cajeme, se ratificó a los mandos castrenses como responsables de la seguridad.

EN EMPALME

En Empalme, Luis Fuentes Aguilar es presidente Municipal y los empalmenses celebran el fin de otro trienio de horror, con el “Pantico” Francisco Genestas hablando de de ruina, cuando refleja prosperidad personal.

El nuevo alcalde ya dio posesión a Antonio Corpus, Rubén León y Leobardo Olmos, como secretario del Ayuntamiento, tesorero y titular del Órgano de Control y Evaluación Gubernamental.