Juego de fuerzas por el Congreso

Por Alan Castro

 

Los grupos al interior de Morena siempre han existido, incluso son su razón de ser. No se podría entender la existencia de este movimiento sin la suma de diferentes expresiones de izquierda y personas provenientes de otros partidos políticos y de la sociedad civil.

En Sonora, las diferentes etapas de formación que ha tenido el movimiento ha generado naturalmente una recomposición de grupos, sin embargo, en el reciente proceso electoral de este 2021 se polarizó en dos bandos principalmente, “los foráneos” y “los locales”.

Pues esta polarización tuvo su momento más álgido la semana pasada con la guerra de tribus que significó la distribución de las direcciones administrativas del poder legislativo, pues definir a los funcionarios del Congreso del Estado fue un verdadero juego de fuerzas.

Por una parte, desde alguna esquina de Palacio de Gobierno se generaban acuerdos para una distribución equitativa de las posiciones legislativas entre todas las fuerzas políticas, desde el congreso se aferraban a los mismos perfiles propuestos desde 2018.

Esto explica como aun cumpliendo el plazo de los quince días naturales que contemplaba el nombramiento de los nuevos funcionarios, nunca se agregó ese punto en la gaceta parlamentaria, agregándolo al orden del día justo durante la sesión del pasado martes.

Pero cabe mencionar que un día antes, el lunes 22 hubo manotazo en la mesa, fluyeron los acuerdos y finalmente hubo fumata blanca desde Palacio de Gobierno, sentando en la mesa a los dos bandos e incluyendo en la lista de funcionarios a los propios negociadores.

Algunos “asesores” y otros diputados reelectos se aferraban a conservar algunos privilegios que tuvieron la legislatura pasada, la cual ha sido una de las más redituables tanto política como económicamente, si no vaya al estacionamiento del congreso y lo constatará.

En resumen, hay una lista equitativa políticamente hablando, es decir que se incluyó a todas las fuerzas y a todos los grupos, amalgamando perfiles técnicos muy interesantes que sin duda tienen la gran oportunidad de agilizar y sobre todo dignificar el trabajo legislativo.

Y si bien en el siguiente análisis de perfiles podemos identificar compromisos políticos, en muchos de los casos se priorizo la formación y experiencia para desempeñar bien los cargos otorgados, obviamente no pretendemos emitir un juicio previo a sus resultados. 

Se cuestionó, sobre todo en redes, que la legislatura donde las mujeres son mayoría no se buscó la paridad en las posiciones administrativas del Congreso, y si bien legalmente no estaban obligados, moralmente se pudo mejorar el número de 15 hombres y 8 mujeres.

 

¿Quiénes son los nuevos funcionarios?

 

Para darle entrada al análisis de los perfiles que llegaron al Congreso comenzamos con el Oficial Mayor, Julio Cesar Navarro Contreras, ex delegado del Instituto Nacional de Migración en Sonora y recordado como precandidato a la gubernatura de Morena.

Por cierto, hay quienes aseguran que el nombramiento de Julio Cesar Navarro nunca se movió de la propuesta original de la lista, como sí se tachó a muchos y se palomeó a otros.

Como titular del Órgano Interno de Control llega Benjamín Gaxiola Loya, quien digamos ya se desempeñaba gran influencia al interior del congreso como asesor de cabecera de Ernestina Castro, ni más ni menos que la coordinadora de la bancada de Morena.

A la Dirección General del Centro de Investigaciones Parlamentarias del Estado de Sonora, llega Rogelio Piñeda Taddei, aunque su apellido puede ser referencia, viene trabajando desde 2016 en el CIPES, por lo cual le apuestan a un perfil con experiencia en el tema.

En la Dirección General de Administración, una de las posiciones más importantes del Congreso del Estado llega el joven Florentino Valencia Durazo, quien forma parte de un linaje muy apegado a los principios del proyecto de la cuarta transformación en Sonora.

Además, trabajó en el parlamento como asesor legislativo del senador Arturo Bours Griffin y además participó en la estructura de la defensa del voto en el reciente proceso electoral, puntualmente en la estructura única de la candidatura a la gubernatura de Sonora.

Como Director General Jurídico, tomó protesta el abogado Pavel Humberto Núñez Moreno, ex delegado de la Fiscalía General de la República en Sonora, extraña que llegue de jurídico un abogado con experiencia en procuración de justicia y no legislativa.

Y bueno, el colega Jesús Olivas Figueroa finalmente fue avalado en la Dirección General de Comunicación Social, donde dicho sea de paso estuvo fuerte el jaloneo, entre propuestas de nuevos nombres y la posible ratificación de Alberto Nevares, no lo pierda de vista.

Cabe mencionar que en las demás Direcciones y Subdirecciones se hizo más evidente la distribución de posiciones a diferentes fuerzas al interior del Congreso y no como un pago de cuotas, sino como un reconocimiento a la representación en la actual legislatura.

Por el PRI, por ejemplo, identificamos a Fernando Herrera Sáldate como Director General de Normatividad y Procesos Administrativos de Contraloría Interna; Julissa Bojórquez Castillo como Subdirectora de Documentación e Información Legislativa de Oficialía Mayor.

Por el Verde Sonora, entra Óscar Daniel Cardozo Arroyo como Subdirector de apoyo legislativo de Oficialía Mayor y Karla Aguayo Equihua como Subdirector de Control Presupuestal y Contabilidad de la Dirección General de Administración.

De algunos grupos de Morena identificamos a Renzo Daniel Sabori nuevo Director General de Evaluación, Auditoría y Contraloría interna; Julio Coronado Olvera, Subdirector de Proveeduría y Servicios Generales de la Dirección General de Administración.

Además del perfil de Victoria Mesalina Larios Cortés, quien despachará como Subdirectora de Tesorería de la Dirección General de Administración, cabe mencionar que es un perfil serio y profesional con experiencia en el tema de finanzas públicas.

Identificamos también del PT a Dulce María Domínguez como Administradora del CIPES; del PAN a Roberto Morghen Gradias como Coordinador de investigadores del CIPES y de MC a Juan Carlos Juvera como Subdirector de Atención Ciudadana de Administración.

Por supuesto que también se le reconoció la trayectoria dentro del congreso a varias personas que ya venían trabajando en pasadas legislaturas, es el caso de Beatriz Alicia Salcido Madrid como Subdirectora de RH y Desarrollo Organizacional de Administración. 

Así mismo a Rubén Montaño Medina como Subdirector General Jurídico de la Dirección General Jurídica y Juan Carlos Aguilar Polanco como Subdirector de estudios legislativos de Oficialía Mayor, aunque también podría entrar como representación del PRD.

Hay que decir que también hay dos ratificaciones, Carmen Karina Mungarro Garibay como Coordinadora del Sistema de Gestión de Calidad de Administración y Jorge Alberto Angulo Parra como Subdirector de Cobertura y Difusión de Comunicación Social. A darle.

 

Línea Dorada, los lobos al acecho

“Había una vez una ciudad en donde se construyó un tren no contaminante para conectar su zona más pobre con la de mayor desarrollo económico. Pero esa ciudad tenía un gobernante que quería acumular más poder y para lograrlo, cerró el tren no contaminante para perjudicar a su antecesor”.

Así inicia el texto de contraportada del libro “Línea Dorada, los lobos al acecho, ¿quién ordenó cerrarla?, escrito por el periodista Fernando Coca Meneses, donde hace un recuento de una serie de polémicas y negligencias que envolvieron a la obra, que derivaron en la tragedia de la línea 12 del metro de la Ciudad de México el pasado mes de mayo del 2021. 

En esta obra presentada el pasado sábado 20 de noviembre en Hermosillo, Fernando Coca Meneses responde la interrogante que da nombre a su libro, responsabilizando a las autoridades que a través de verdades a media y mentiras completas fueron armando una narrativa para descarrilar el proyecto de Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador.

Coca Meneses expone a detalle en su libro las cuestiones políticas y técnicas que advertían el caos, donde los intereses electorales y la falta de mantenimiento fueron los ingredientes para la inminente tragedia, desnudando a la opinión pública la cadena de los posibles responsables desde 2014 a la fecha en la Ciudad de México.

En exclusiva para Nuevo Sonora, el periodista y escritor Fernando Coca habló de la posibilidad de que su obra sirva como base para alguna denuncia en contra de quien resulte responsable por la tragedia de la Línea 12, esto nos dijo al respecto.

“Como periodista mi labor es desentrañar y dar a conocer datos y hechos que pudieron haber sido generadores de alguna tragedia. Creo que ya la autoridad si tendría que tomar cartas en el asunto y si ellos creen que este libro puede servir como un documento de hechos, de prueba, para sustentar alguna de sus acciones, ahí está el texto”.

“Línea Dorada, los lobos al acecho” hace alusión a varios actores que en una coyuntura política utilizaron el tema para atacar a Marcelo Ebrard, hoy en la actualidad el tema se está reutilizando para señalar al canciller en miras de su proyecto a la presidencia de la república en 2024, ¿surgirán nuevos lobos al acecho?

“Creo que esos nuevos lobos no tienen mucho para regenerar un ataque mediático en contra de Marcero Ebrard y el presidente López Obrador, lo que sí creo es que muchos apelarán a la falta de memoria de muchas personas y quieren reeditar ese ataque mediático hoy”.

“Sí hay lobos que se quieren vestir de ovejas, pero ya no tiene la credibilidad que tuvieron en su momento, porque ya las cosas están saliendo a flote. Toda verdad y todas las mentiras tienen fecha de caducidad. Quienes quieran utilizar a la Línea 12 para afectar políticamente a algún personaje, están totalmente equivocados en una estrategia que solamente los va a poner en ridículo”.

A través de esta investigación periodística realizada durante cinco años, Coca Meneses explica cuáles fueron los motivos del lobo, la relación de la casa blanca con la línea dorada, quien construyó la obra, quien la cerró y ¿por qué?, los peritajes, las comparecencias, los informes a modo y la huella de la corrupción. Pero ¿por qué hay que leer este libro?

“Es un documento que nos permite como ciudadanos y periodistas tomarle la temperatura a las decisiones de la política. Transparencia y rendición de cuentas en los actos del poder, es lo que requerimos hoy los ciudadanos del siglo 21. Los ciudadanos mexicanos estamos interesados en que nuestros gobernantes nos representen y lo hagan bien”, finalizó.