Versace: el hombre detrás de la medusa.
Autenticidad, lujo y genio, son solo algunas de las pocas características que pudiéramos resaltar de la firma italiana Versace, desde su creador la marca se ha posicionado como una de las casas de moda más reconocidas en la historia de la industria.
La moda le debe a Gianni Versace el concepto de una pasarela como evento mediático, las cuales nos han regalado a grandes iconos de la moda como Naomi Campbell, Cindy Crawford, Stephanie Seymour y hasta la mismísima Donatella Versace, quien lució en el MET Gala de Vogue ‘That dress’ en los noventas, un vestido creado por ambos diseñadores, lo que marcó el inicio de una nueva era en Versace.
Tristemente lo que era triunfo para la casa, se volvía perdida para muchos. Gianni Versace sacaba el lado poeta de algunos quienes describieron su muerte cómo telas de seda que recorrían las escalinatas de su mansión en Miami, lo que para otros se convertía en un caótico desnivel de sangre como el que desciende de las cascadas.
El 15 de julio de 1997, para el mundo de la moda la noticia de la muerte del creador de Versace se sentía como un sonido ensordecedor, pues habíamos perdido a uno de los diseñadores más importantes de la época. La vida de Gianni fue tomada por Andrew Cunanan, admirador del diseñador, quien además es autor de otros cuatro crímenes antes de que Versace se posicionará como el quinto.
La historia hasta ahora no ha sido esclarecida, los rumores hablan acerca del primer encuentro de Andrew y Versace en la inauguración de la Ópera de San Francisco en 1990, pero en ese entonces el objetivo de Cunanan apuntaba a otra persona. El interés del asesino por Gianni se volvió un fanatismo enfermizo que lo orilló al crimen.
Recordarlo es revivirlo, el 15 de julio del 97 como cada mañana Versace salía a dar su caminata habitual, la cual consistía en tomar un café, pero no sin antes haber comprado revistas y los diarios de la mañana. Poco antes de las nueve Gianni regresaba de su paseo matutino, cuando Cunanan lo sorprendió por la espalda encañonándolo en la cabeza, fueron dos disparos los que acabarían con la vida del creador de Versace.
A sangre fría Andrew acababa de ejecutar a uno de los diseñadores más respetados del mundo, convirtiéndolo en su quinta y última víctima. Mientras el mundo lloraba la pérdida de Versace y celebran su funeral, el criminal logra esconderse y permanecer en paradero desconocido durante ocho días. La búsqueda de Andrew Cunanan se volvió una persecución nacional, puesto que se distribuían carteles con las fotos y el nombre de Andrew, en los que advertía que iba “armado” y de lo “extremadamente peligroso” que era.
El 23 de julio y tras averiguar que Andrew se encontraba en una casa flotante en Miami Beach, la policía procede a finalizar aquella persecución. La espera para la captura de Andrew Cunanan se dio durante varias horas, hasta que el joven decidió quitarse la vida. Se disparó en la cabeza con la misma arma con la que días antes había asesinado a cinco personas. Nunca hubo una respuesta clara ante los asesinatos que cometió Cunanan, había muchas preguntas dispersas en el aire acerca del caso, pero ninguna tuvo respuesta.
Lo único que nos quedó de aquel suceso fue el legado que Gianni nos dejó como creador y mente maestra de Versace en aquel tiempo. Quizá su historia ha sido contada de manera incorrecta a como sucedió, nunca lo sabremos, hasta ahora todo se ha convertido en relatos.
Lo que sí podemos afirmar es que, en el mundo de la moda hemos ganado y hemos perdido batallas, dentro de ella se encuentran historias reveladoras, pero también llenas de magia. La industria no está compuesta solamente de prendas, de ella se desprende la historia de la humanidad, acompañándola en sus descensos y ascensos.
Hoy en día nos encontramos los unos por los otros, se va Gianni, pero se queda Donatella, quien junto a su hermano creció aprendiendo sobre el arte de la moda y cómo con ella podemos empoderar a nuevas generaciones de mujeres. Hasta ahora Versace sigue siendo una casa de moda caracterizada por diseños vibrantes, sensuales y divertidos. Donatella Versace ha hecho bien su trabajo, aprendiendo de la industria, creando una industria para todos y reviviendo en cada pasarela el nombre de su hermano, Gianni Versace.