Disculpan al Estado mexicano, pero persiste el clamor de justicia por Alfredo; llega la inversión privada a San Carlos; en camino, la primera grúa para el puerto; 100 MDP de Semar para agua y drenaje
Estas líneas…
Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son.- Alfonso Durazo estuvo en Empalme para acompañar a Alejandro Encinas, en el evento donde este funcionario, representando al Estado mexicano, ofreció una disculpa pública a la familia del periodista Alfredo Jiménez Mota.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, vino especialmente a eso, “porque el Estado no pudo garantizar ni proteger la integridad” del reportero desaparecido, quien “contribuyó al fortalecimiento del periodismo, la libertad de expresión y de las libertades en el estado de Sonora y en el país”.
La manifestación de Encinas es porque, hoy que gobiernan otras ideas, el Estado acepta su responsabilidad por no haber podido evitar –no pudieron aquellos que gobernaban– la violación de derechos humanos fundamentales de quien ya lleva 16 años ausente y todavía no sabemos qué pasó.
Hasta ese momento nadie se disculpó ni hizo justicia. Hoy, con otros criterios en el gobierno, al menos aceptan las cosas malas ocurridas, por eso la disculpa a la familia Jiménez y a las de otros periodistas y defensores de derechos humanos, que han vivido una historia similar a la de Alfredo.
El “acto de reivindicación de la presencia de Alfredo y de su memoria”, se presentó como el inicio de la reparación del daño cometido contra él, su familia y contra la sociedad, y como una oferta de que se fortalecerán las medidas para que no se repitan este tipo de cosas.
El “acuerdo de solución amistosa” suscrito fue aceptado por los padres de Alfredo. Tienen qué, pues eso alienta a pensar que, ahora sí, habrá resultados en la investigación.
Para evaluar posibilidades sepa usted que, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2021, México registró 49 homicidios de periodistas y solo el 7% se han esclarecido.
Si ayuda el hecho de que hoy gobiernan quienes eran críticos del ayer, entonces ya habrán avanzado las indagaciones y el éxito coronará la exigencia de justicia.
Tras el acto, la familia Jiménez Mota encuentra un indicador de que el olvido no ha llegado y eso mitiga –porque desaparecer, nunca– su gran dolor.
DURAZO Y EL POTENCIAL DE GUAYMAS
El gobernador también visitó Guaymas. En el destino turístico de San Carlos colocó la primera piedra de lo que será un hospital de especialidades surgido de la inversión privada.
Dijo que no es un proyecto aislado pues, aunque parecen desvinculados del puerto, son parte de un todo por “lo que viene”.
Se entusiasma el hombre que se echó a cuestas la tarea de devolverle la competitividad a Sonora y mejorar el nivel de vida de sus representados, y le da vuelo a su idea del futuro los próximos 6 años.
Reitera que Guaymas será la plataforma de relanzamiento económico a partir de modernizar el puerto marítimo comercial de altura, destacando que hasta el presidente López Obrador se contagió de ese entusiasmo y ofreció apoyo.
Pero Durazo dice bien, apoyo sin presupuesto no lo parece, por eso confirmó que nuestro tabasqueño presidente aprobó 3 mil millones de pesos para comenzar con dos nuevos muelles, dragado a las nuevas dársenas, instalaciones aduaneras y dos grúas de última generación.
Y adelantó el bavispense que, en este momento, navega desde Holanda una grúa adquirida por la Secretaría de Marina. Llegará a Coatzacoalcos y en enero la tendremos en Guaymas. O sea, ya hay resultados.
Pero habrá mucho más que esos 3 mil millones a ejercerse entre 2022 y 2023, “porque aspiramos a que el puerto de Guaymas se convierta en una opción contra la saturación de los puertos del Pacífico”.
Solo con una parte de la carga rezagada en Manzanillo, ilustra el gobernador, tendríamos para dinamizar la economía del puerto, pero la aspiración es volvernos una alternativa ante la saturación, que incluye a Long Beach y San Francisco.
Si, es ambicioso, pero Sonora tiene con qué, por eso diseñan la terminal de carga del aeropuerto de Cajeme y modernos espacios aduaneros en Nogales, aparte de más y mejores carreteras.
Así que el nuevo hospital, al que llamó “una apuesta al éxito” del grupo médico empresarial San José, es parte de lo que empieza a mostrar el horizonte estatal.
Cerca de allí, la alcaldesa Karla Córdova escuchaba más que contenta. Y cómo no, pues cuanto ha ofrecido el gobernador avanza sobre rieles a partir de algo fundamental: solucionar el grave problema de agua potable y drenaje.
Y este jueves, José Luis Jardines, titular de Comisión Estatal del Agua, habló de eso.
El reconocido técnico dio una explicación de lo que encontró al llegar que, por breve, es doblemente buena. Y no echa culpas al pasado, lo cual sugiere vista al futuro y eso también es bueno.
Dijo que ya instalaron dos equipos de bombeo, que en 3 años se invertirán 256 millones de pesos y que el gobernador Alfonso Durazo ya consiguió que la Secretaría de Marina, como parte de la modernización portuaria, invierta 100 millones en la red de alcantarillado y agua potable en la zona centro.
Por supuesto que eso debe tener contentos a nuestros representantes.
Ah, Jardines también tocó el tema de la retardada y costosa desaladora en El Cochórit. Operará a partir de marzo para sumar 200 litros por segundo a Guaymas y Empalme.
Pero –nunca falta uno– los usuarios miran con espanto la tarifa que deberán aplicar.