Fashionably fatal; las víctimas de la moda…

Actualmente la moda surge de una idea de cubrir nuestras necesidades a través de las prendas, sin embargo, en sus inicios no necesariamente era así, más bien se encargaba de cubrir los estándares de belleza creados por los hombres de épocas pasadas, ya que fue una industria creada por hombres y mujeres de la época fueron sus musas. Si puedes imaginarte a las modelos que encabezaron la industria del pasado, era tal cual la moda lucía.

 

Notablemente la industria de la moda representaba la incomodidad y la imposibilidad de la moda femenina, las prendas se conformaban de cortes ceñidos y moldeadores, como lo fueron los corsés. En sus inicios el corsé fue una prenda interior femenina que ceñía el cuerpo debajo del pecho hasta llegar a las caderas, su espalda marcaba una columna estrecha de cordones ajustables para quien la usara.

 

La prenda literalmente era como un arma que hacía sufrir a sus víctimas con cada movimiento. Sus ajustados cordones dieron origen a la expresión strait-laced, haciendo alusión a “una persona amarrada muy fuerte”, una prenda que brindaba una respetabilidad victoriana a toda mujer que lo usara. Además, la prenda también sirvió como arma de prejuicio para quienes no la portaran, pues generó la frase loose women, traduciéndola al español como: “mujeres de nudo suelto” o bien, “mujeres fáciles”, insinuando que quienes no la utilizaban tenían morales tan libres como lo eran sus cordones.

 

La moda del corsé no duró tanto como lo han hecho otras prendas. Recordemos que fue una moda catalogada como ceñida y moldeadora, su llegada trajo consigo problemas en los cuerpos de las mujeres. Aquellas que representaban “respetabilidad” por portar la prenda no tardaron en dar origen al llamado “pecho jadeante” de la época, utilizar el corsé como una rutina diaria significó un grave problema en el género femenino.

 

Indigestión, constipación, mareos frecuentes por dificultades al respirar e incluso hemorragias internas fueron algunos de los síntomas que presentaron algunas mujeres por usar constantemente el corsé. Además, los órganos internos quedaron expuestos a daños, pues modificaban una posición natural para amoldarse a una nueva forma.

 

En 1903, una mujer llamada Mary Halliday, murió repentinamente tras sufrir convulsiones, el periódico The New York Times reportó que durante su autopsia se encontraron pedazos de acero en su corazón, daños efectuados por utilizar la prenda. Mary, como muchas mujeres, se convirtió en víctima de la vanidad de una prenda.

 

Del corsé al bustier…

Aunque el corsé fue conocido por estilizar figuras y brindar respeto a quienes lo portaran, fue diseñada por la influencia política y social de su época. Pasado el tiempo, la prenda sigue sin desvanecerse, pues en la actualidad seguimos viendo su proceso de evolución, aun cuando en el pasado sometió con dolor y desfiguración a cantidades de mujeres. 

 

Su regreso en los últimos años ha supuesto una moda más cómoda y ajustable sin dejar daños físicos, aunque muchos creen en la desaparición del corsé, lo cierto es que solo evolucionó a prendas que conocemos hoy en día, siendo estas: los bustier o las fajas, desprendiéndose estos de los cordones.

El poder que conllevan las prendas es tan grande que es increíble entender que va más allá de atender únicamente los estándares de belleza. Durante la trayectoria en lo que respecta a la evolución de la moda, hemos quedado atrapados en seguir una línea horizontal, en vez de ascender como una vertical.

 

Es increíble pensar como una prenda que brindaba respetabilidad logró causar tanto daño en las mujeres, víctimas de una moda guiada por estándares de belleza y no por la comodidad o necesidades de sus usuarias. El corsé hoy en día representa la evolución de una prenda a medida de estatus sociales y políticos.