Litio para los mexicanos: los retos qué enfrentar tras aprobarse la ley minera
Por David Omar Guirado
Luego que la propuesta de reforma a la constitución en materia eléctrica presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador fue rechazada en la Cámara de Diputados, el gobierno mexicano presentó su plan de respaldo para nacionalizar el litio.
Tras discutir la propuesta de manera urgente, los legisladores de la cámara baja, aprobaron las modificaciones a la ley minera que reservan al Estado la explotación de este mineral clave para la fabricación de baterías de dispositivos electrónicos y otros minerales estratégicos para la transición energética del país a través la creación de un órgano federal descentralizado.
Ese órgano estará a cargo de administrar y controlar todas las cadenas de valor económico del litio e incluso tendría que ser aportado, según la iniciativa, por el Servicio Geológico Mexicano.
Entre los factores a reformar y adicionar en la Ley Minera se encuentra reconocer que el litio es patrimonio de la nación, su exploración, explotación y aprovechamiento se reserva para beneficio exclusivo del pueblo de México.
En el mismo tenor, se prohibirá otorgar concesiones, licencias, contratos, permisos, asignaciones o autorizaciones de este mineral, y se creará un organismo público descentralizado que se haga cargo de todo lo relacionado a la administración y control de las cadenas de valor económico.
El litio, además de ser uno de los minerales más codiciados en la última década, es también una pieza clave para el desarrollo económico de México. Para ello, el yacimiento ubicado en Bacadéhuachi, Sonora, -considerado el “más grande del mundo”- resulta fundamental para lograr los objetivos que plantea el Gobierno Federal.
Desde el anuncio del descubrimiento del yacimiento a finales de 2019, el análisis sobre su importancia se ha dado desde varias aristas que van de lo técnico hasta lo gubernamental y legislativo.
El principal problema radica en que no basta con contar grandes yacimientos o con leyes que lo reconozcan como patrimonio de los mexicanos; la extracción del litio depende de una industria que demanda tecnología de punta y requiere capital humano muy calificado en geología, minería, metalurgia y química. Es decir, el reto que tiene ahora el gobierno mexicano será el de crear toda una industria desde cero, que empiece en el mineral y culmine con las baterías o con productos como el carbonato de litio o el hidróxido de litio de alta demanda mundial.
Pero, además, ya hay compañías mineras que cuentan con concesiones para la explotación del litio. Bacanora Lithium, de origen chino, es dueña de la mina que está en Bacadehuáchi, la cual tiene proyectado iniciar operaciones en 2023. ¿Qué pasará con ella?, ¿le retirarán la concesión?.