Médicos cubanos: entre el trato y la trata | Editorial

Médicos cubanos: entre el trato y la trata

 

Aun con críticas desatadas en contra de la contratación de más de 500 médicos cubanos, el Gobierno Federal llevará a cabo la polémica medida acordada con el gobierno cubano de traer galenos extranjeros a territorio nacional, aseguró el presidente López Obrador.

 

El polémico acuerdo de contratación fue recibido con críticas por parte de líderes de opinión, opositores políticos e incluso miembros de distintos colegios médicos, quienes expresaron su rotunda desaprobación pues coincidieron que en nuestro país hay suficientes médicos formados, muchos de ellos desempleados y otros tantos empleados con salarios muy bajos e incluso en zonas remotas de altos índices de inseguridad.

 

Así mismo, existe el argumento de que, con esa decisión, el presidente Andrés Manuel López Obrador favorece las finanzas del gobierno de Cuba pero no necesariamente la atención médica en nuestro país ni a las condiciones de vida de los médicos que vendrán al país.

 

En ese caso, no hay certezas sobre las capacidades profesionales de los médicos cubanos y, en cambio, tenemos miles de médicos mexicanos con especialidades y posgrados en busca de empleo con salario digno en las instituciones de salud.

 

Un médico cubano vale para el gobierno de México cinco veces más que un jefe de medicina familiar en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

 

En realidad, eso es lo que cobra el gobierno cubano mediante un sistema de trata de médicos bien establecido donde gobierno “revolucionario” cobra toda la cantidad y paga a los médicos entre 25 y 10 por ciento de lo recibido. Desde antes de la pandemia del COVID-19, Cuba incrementó su exportación de mano de obra médica, según cálculos internacionales, 30 mil médicos cubanos trabajando bajo condiciones inciertas en más de 67 países.

 

La ONU denunció en 2019 que estos acuerdos son una forma de trata de personas pues imponen retención de pagos, son jornadas de trabajo ilegales y existen límites a la libertad de movilidad y privacidad. Los médicos viven semi presos en el trato. Los más afortunados terminan escapando.

 

En México no faltan médicos. En septiembre pasado, al Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas se presentaron 49 mil 479 médicos. Había casi 18 mil plazas a concurso y posteriormente aumentaron a algo más de 19 mil (datos publicados en “Saludiario”). Es decir, hubo 30 mil médicos que no obtuvieron plaza.

 

Un porcentaje de esas plazas era para médicos extranjeros que sí concursaron y que, igual que los mexicanos, presentaron título o cédula profesional que es un requisito que no se les pide a los médicos enviados por el gobierno de Cuba.

 

El presidente López Obrador argumenta que los médicos mexicanos no quieren ir a zonas peligrosas. Pero ese temor no se resuelve trayendo médicos de otros sitios, sino cumpliendo con la obligación del Estado de velar por la seguridad y la integridad de todos.