Sonora: un jardín donde las flores no se ven, pero no hay desierto sin esperanza
Por Alan Castro
El Primer Informe del Gobierno de Sonora se puede analizar desde diferentes perspectivas, primero, en las formas del informe, los mensajes entre líneas y lo que se dijo, pero sobre todo, lo que no se dijo en el discurso del gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Antes de entrar al análisis quiero destacar el mensaje entonado por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien utilizó la retórica magistralmente con elementos poéticos y aunque no es el mejor orador, vaya que las palabras bien escritas hablan por sí solas.
Su presencia como representante del presidente Andrés Manuel López Obrador era motivo suficiente para destacar en su discurso el apoyo de la federación, señalando que cuando hay voluntad política un solo año puede brindar al pueblo más alegrías que toda una década.
En su mensaje, Adán Augusto López mencionó que vislumbrar los urgentes cambios sociales que necesita el país y el estado, requiere de una perspectiva a largo plazo y de una visión completa, esa que solo se obtiene cuando se dota de altura a una mirada.
Esa integralidad, dijo, que se consigue cuando observamos desde el Cerro de la Campana la ciudad de Hermosillo, esa calma que nos aporta la reflexión desde un hermoso atardecer en San Carlos, alusión regional que hizo sonreír a más que un presente en el evento.
Y haciendo referencia al gran poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, quien quedó tan emocionado y sorprendido con el desierto que se logró conquistar, decía que Sonora era como un jardín en el que las flores no se alcanzan a ver, metáfora alusiva a su movimiento.
Pues Augusto López decía que siempre se sembró semillas de transformación y de esperanza en todos los rincones de la patria, que tardaron décadas en florecer, pero en algún momento y en algún lugar habría de bendecir la lluvia, como hoy lo hace en Sonora.
Es que no hay desierto sin esperanza, porque cuando se lanza a la tarea de habitar un desierto, se tiene la esperanza de convertirlos en un edén que florezca, y que las oportunidades que, como las flores del desierto, no siempre fáciles de ver, lleguen de una vez.
Eso sí, el Secretario dijo que esas oportunidades no son solo esperanzas, sino una realidad en Sonora, pues cuando hay voluntad esas flores tienen la virtud de traducirse fácilmente en lo cotidiano, tiene siempre el rostro de quienes las reciben y las viven.
Para terminar, Adán Augusto reiteró que desde el gobierno federal comparten con el gobierno de Sonora el más importante detonante de las transformaciones, la voluntad política, por lo cual no se detendrán hasta construir la paz, el desarrollo y la justicia social.
Además, al igual que Pellicer relata en su hondo canto, aseguró que llegaron a tocar la puerta del desierto, pero tuvieron mejor suerte porque los recibieron quienes hoy están dedicando su mejor esfuerzo, a que siga floreciendo para siempre un jardín sobre la arena.
Podemos decir pues, que Sonora es un jardín donde las flores no se ven, pero no hay desierto sin esperanza, dicho en buen romance, no hay grandes obras todavía, pero existe la esperanza que florecerán durante el sexenio del gobernador Durazo. Al tiempo.
Ahora sí, pasando al evento, primero quiero destacar las formas del informe es una de las diferencias más significativas en comparación con otros sexenios, dejando atrás la parafernalia y esos onerosos eventos en grandes foros o en el Palacio de Gobierno.
El Teatro Cívico del Estado volvió a ser sede de un Informe de Gobierno, donde pese a los anillos de seguridad alrededor del recinto, había fácil acceso para los ciudadanos que buscaban acercarse al evento, claro que había una carpa y una pantalla para que se quedarán afuera.
Algo parecido con lo que pasó con la prensa, quienes no tuvieron acceso al teatro auditorio, solo a la antesala donde se puso un “corralito” y una pantalla, lo mismo hubiera sido no asistir al evento y verlo desde la comodidad de un café o una oficina. Pero bueno, las formas.
Más allá de los resultados presentados en el informe en materia de educación, salud, infraestructura, seguridad y política social, me llamaron la atención varios mensajes del gobernador, que para mi sorpresa volvió a recurrir a ellos, algo que no hacía desde campaña.
Señaló que Sonora ya no estará al servicio de una élite, que sepan que Sonora es para todas y todos, y no más para unos cuantos; yo me pregunto si se refería a algún grupo en especial, porque no debe ser el mismo que representaba la gobernadora Claudia Pavlovich.
Algo que no se dijo, pero quedo expuesto, fue la delgada línea -casi imperceptible- de la separación de poderes, principalmente la relación con el legislativo, donde reconoció su trabajo como histórico, pero evidentemente ha sido entregado completamente al ejecutivo.
Los proyectos en marcha anunciados en el informe, son sin duda gracias al apoyo excepcional de la federación, por lo cual el gobernador no tuvo empacho en decir que no tienen derecho de fallarle al movimiento y al Presidente, por lo cual es y seguirá siendo un honor estar con Obrador.
No puedo dejar pasar la oportunidad de hablar de la duración del discurso del gobernador, casi dos horas, pues, aunque parezca un análisis simplista he de decir que sus obras han sido expuestas y publicitadas semana tras semana, y no era necesario prolongarse tanto.
Por último, he de confesar que para mi fue un buen informe de gobierno en general, sin embargo, tampoco debemos de cegarnos ante la realidad que pasa allá afuera del evento y sobre todo del discurso, pues una cosa es lo que se dice y otra cosa lo que no se dice.
Lo digo con mucha responsabilidad, no se puede hablar de un Congreso del Estado histórico cuando está la cloaca abierta de un desfalco legislativo, tampoco se puede hablar de índices delictivos a la baja, mientras sigue ardiendo el fuego de la violencia en la entidad.
Por eso lo digo y lo sostengo, una cosa es el discurso y otra cosa es la realidad que vivimos miles de sonorenses, día con día, espero que, así como no hay desierto sin esperanza, no perdamos nosotros el anhelo de una verdadera transformación y por supuesto, un estado mejor. Es cuanto.
La hipotenusa del PRI Sonora
De verdad, no termino de entender qué está pasando en el PRI Sonora, por un lado, llaman a la unidad y por otro lanzan petardos envenenados, como recientemente sucedió en un evento donde aseguraron que lo que se quedó en el partido, es lo que mejor que tienen.
Pues si esa es la estrategia para unificar al priismo ahí la llevan, es que no solamente es eso sino muchas cosas más que generan más dudas que respuestas, sobre todo por la salida de Doña Gloria Galindo y la llegada de Lupita Soto Holguín al ONMPRI en Sonora.
Por un lado, me da gusto la ceremonia de homenaje para Doña Gloria Galindo, quien dedicó su vida profesional al servicio del PRI, siendo un referente de la lucha de las mujeres al interior del partido tricolor, por cierto, labor que nunca se le reconoció en el servicio público. La señora siempre aspiró a ser diputada, y su partido, nunca se lo concedió.
Sin embargo, yo me pregunto, si realmente la llegada de Rogelio Díaz Brown significa una restauración de Manlio Fabio Beltrones en el PRI de Sonora, la figura de Doña Gloria se hubiera fortalecido y no la hubieran mandado inmerecidamente a descansar a su casa.
Esto solo tiene una explicación, siguen “charoleando” con el nombre del Licenciado y el que realmente está manipulando al priismo es Alito Moreno, quien al parecer tiene muy buena relación con Lupita Soto, al grado de intentar hacerla diputada federal plurinominal en el 2021.
“Aquí estamos las y los priistas de convicciones y de compromisos, las y los priistas de valor y de valores, aquí estamos las y los priistas de lealtades”, declaró Lupita Soto, pero nunca había tenido un puesto en el partido y hasta tengo mis dudas si estaba registrada como militante.
Con la llegada de Soto Holguín no puedo dejar de acudir al pasado inmediato y recordar el proceso de renovación del PRI Sonora y sobre todo a una de las fórmulas a la que le tuvieron miedo y tumbaron con impugnaciones, recursos legaloides y evidentemente a la mala.
Me refiero claro a la fórmula de Zaira Fernández y Pascual Soto, hoy parte de una corriente disidente en el tricolor, pues si algo se le reclamaba a la Sindica Municipal era que venía de avanzada de Toño Astiazarán, pero Lupita Soto sigue despachando en la Secretaría del Ayuntamiento.
Y por otra parte a Pascual Soto Espinoza siempre se le tachaba como “Claudillero” y se reclamaba una supuesta imposición de Claudia Pavlovich, pero Lupita Soto fue la secretaria privada de la ex gobernadora durante sus seis años de gobierno. En fin, la hipotenusa del PRI.