Persisten Deficiencias en Cumplimiento de Compromisos Tras Derrame Tóxico en el Río Sonora: FGR Advierte de Avances Insuficientes

Hermosillo, Sonora.- Diez años después del devastador derrame tóxico en las cuencas del Río Sonora, los compromisos asumidos por las autoridades gubernamentales siguen sin cumplirse plenamente, reveló Francisco Sergio Méndez, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Sonora. A pesar de las claras instrucciones emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las medidas correctivas necesarias continúan sin ejecutarse de manera efectiva, manteniendo a la comunidad en un estado de incertidumbre y frustración.

Méndez señaló que las deficiencias en la remediación del Río Sonora, la construcción de un hospital en las áreas afectadas y la instalación de pozos de agua potable siguen siendo problemáticas a pesar de los esfuerzos ostensibles por parte de las autoridades. «Esto es lo que se está ventilando en la Ciudad de México», subrayó el delegado, agregando que la vigilancia federal sobre la situación se mantiene, pero los avances reales son escasos.

Otro punto crítico abordado por Méndez es la cuestión de las indemnizaciones para las familias de las víctimas que perdieron la vida debido al derrame. Según el delegado, las compensaciones económicas deben ser gestionadas directamente con la empresa responsable del desastre, Grupo México. «La integración de la carpeta comenzó con la fiscalía local, pero el caso ha sido asumido por la FGR”, explicó Méndez, haciendo hincapié en la importancia de llevar a cabo un seguimiento riguroso de estos procesos.

Un Llamado a la Justicia

La falta de avances significativos en la implementación de las medidas correctivas y de compensación sigue generando preocupación en la comunidad local. La presión sobre las autoridades y Grupo México está en aumento, con la esperanza de que se tomen finalmente las medidas necesarias para remediar el daño causado y proporcionar justicia a los afectados.

El derrame de 2014, uno de los peores desastres ambientales en la historia de la minería en México, ha dejado una herida abierta en las comunidades del Río Sonora, que continúan exigiendo respuestas y soluciones tangibles. La esperanza es que la persistente vigilancia de la FGR y la presión de la comunidad logren finalmente los avances que durante tanto tiempo se han visto postergados.