Cuota ecológica: un compromiso incumplido que mantiene seco al río Mayo

A pesar del acuerdo entre la etnia yoreme y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para dotar de agua a la cuenca del río Mayo y permitir su recuperación, el compromiso continúa sin cumplirse. Lo más preocupante es que incluso se ha propuesto destinar un volumen menor de agua del acordado, lo que ha dejado al río Mayo completamente seco.

Esta crisis ha impactado gravemente la flora y fauna locales, y ha obligado a las comunidades indígenas a modificar sus prácticas y rituales ancestrales que dependen del agua. El río, considerado el «pulmón natural» más importante del sur de Sonora, está al borde del colapso.

Durante una reciente reunión entre los gobernadores tradicionales y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en Etchojoa, se acordó que la Conagua asignaría una cuota ecológica de dos millones de metros cúbicos (Mm3) al río Mayo. Sin embargo, esta cantidad es insuficiente para lograr su restauración.

Juan Pérez Gil, líder indígena, destacó que existe un decreto presidencial de 1953 que estipula que la Conagua debe proporcionar más de 50 Mm3 de agua al río Mayo, tras la construcción de la Presa Adolfo Ruiz Cortines. A pesar de ello, los productores agrícolas han acaparado gran parte del agua, y la falta de lluvias ha agravado la situación.

«Nos dijeron que la cuota será de dos millones de metros cúbicos… pero esa cantidad es insuficiente. El río está completamente seco, necesitamos que el agua vuelva a correr para que los mantos freáticos se llenen y el cauce recupere vida», señaló Pérez Gil.

Además, los líderes indígenas han solicitado una revisión de los límites del río Mayo, ya que, debido a la sequía, se han establecido hogares y actividades económicas a lo largo de la cuenca, lo que podría obstaculizar el retorno del agua a su cauce natural.

«Hay viviendas y ranchos instalados en el cajón del río Mayo, algo que nos preocupa porque el río debe recuperar su flujo normal. No sabemos quién autorizó esas concesiones, pero están afectando la capacidad del río», concluyó Pérez Gil.