Esculturas vivas, cuerpos reales.

Esculturas vivas, cuerpos reales.

 

Cuando iniciamos de lleno en la industria de la moda podemos darnos cuenta de ciertos aspectos que no necesariamente brillan en ella, nos percatamos de que no todo es estético y bonito como nosotras lo soñamos. Existe una desesperación por entrar en la moda, deseando que todo sean desfiles, lujos y diversión, pero una vez dentro podemos ver una diversidad de temas que tristemente conforman la industria.

 

La presión del tallaje único y los precios elevados en marcas de tallas plus size es un tema que lejos de resolverse se ha convertido en una problemática invisibilizada y poco atendida. Aunque hoy en día existen marcas pioneras que desde su creación luchan por visibilizar este problema, siguen sin ser escuchadas y la industria no los ha volteado a ver. Lo único que se les ha brindado son malas experiencias en compras, ya que al acudir a sus grandes centros comerciales se han dado cuenta que no encajan con sus estándares en cuanto a tallajes refiere, abandonando aquella experiencia que lejos de ser buena únicamente logró abofetear la autoestima de estos cuerpos esculturales.

 

Este sistema en donde solo entran cuerpos alargados se ha ido encargando de que este trauma fashionista se instaure en nuestras vidas en una temprana edad. Desde pequeños es bien sabido que las modelos deben ser altas y delgadas, mientras que los cuerpos reales no forman parte de estos estándares. Cuerpos con gorditos, estrías, acné, con piel de naranja, son características perfectamente imperfectas que componen nuestra esencia como seres humanos. Quizás te pase por la mente una u otra marca adaptándose y moldeándose a tallas plus size pero esto muchas veces viene de la mano con tendencias, haciendo esta problemática como una moda y después ya no lo vemos más, esta diversidad de tallas es algo que debemos normalizar, que debe quedarse, no ir y venir como una moda o como una tendencia.

 

Grandes cadenas de low cost en su intento por diversificar sus tallas terminan haciendo lo contrario, ya que podemos ver a marcas como H&M donde la talla más grande es la 48 e incluso transformando tallas M en L. Esta situación solo hace de una mala experiencia de shopping para su mercado, cuando ir a comprar debería ir de la mano con hacernos sentir bien. 

 

Siendo este tipo de marcas una gran cadena de low cost o fast fashion, la cual su función es de fácil acceso en sus productos y con estos dos factores atraen a un mercado sorprendentemente grande, deberían hacer sentir dentro de la industria a cada uno de sus consumidores, diversificando tallas y estilos, sin embargo, dentro de la cabeza de los diseñadores para este tipo de marcas todo ha sido limitado, poniendo como excusa el hecho de gastar más en telas, haciendo menos a estos cuerpos esculturales que lejos de verlos como arte los quieren fuera de la industria.

 

Día con día modelos plus size se encuentran en una lucha constante por tener este beneficio del que todos gozamos; todos deberíamos gozar del privilegio de ir a comprar y poder encontrar ropa con tallas diversificadas, no tener que igualar un estilo con nuestra costurera de confianza por que dentro de estas marcas no encontramos nuestra talla ideal. No es la lucha de una sola persona, todos y cada uno de nosotros podemos formar una sola voz, por la inclusión de nuestros cuerpos. Somos seres en constante cambio y nuestros cuerpos también.

 

Si en este momento cuentas con una marca o estas por iniciar con un proyecto en donde la moda es primordial, es bueno iniciar con la parte enfocada en el diseño pero investigar nuestro mercado es básico, ir entendiendo e ir modificando cambios para un bien común es evolucionar y es lo que nos falta. Hagamos sentir bien a nuestros clientes, creamos en las esculturas vivas con cuerpos reales.