El fracaso de la consulta ciudadana

El fracaso de la consulta ciudadana


Poca participación, escasez de votantes, carencia de funcionarios de casilla, son palabras que resumen lo visto el pasado fin de semana en la consulta para el juicio de los expresidentes, a diferencia de las elecciones de julio, que pesar de una votación baja, sí superó, por mucho a la referida consulta.

 

En esta primera consulta popular realizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) representó un costo a los mexicanos de 500 millones de pesos, en la cual participaron poco más de 6 millones de personas, muy lejos de los 37 millones requeridos para que los resultados fueran vinculantes según la Ley Federal de Consulta Popular.

 

En el caso de Sonora, solamente votaron 117 mil personas del padrón de 2 millones 196 mil 722 ciudadanos registrados en la lista nominal de electores, por lo que se estima que la participación ciudadana fue del 5.32 % en Sonora y 7% a nivel nacional.

 

Vimos en espectaculares, pendones, mantas y pautas publicitarias cómo nos vendían esta consulta como un juicio a expresidentes del país, con gráficos protagonizados por Peña Nieto, Calderón, Fox y Zedillo.

 

Lo que se consiguió fue una participación ciudadana mínima, un porcentaje muy alto dentro de esa poca participación para el “sí” que claramente el Presidente utilizará para legitimar su campaña contra el supuesto neoliberalismo para distraer la atención de los grandes problemas nacionales.

 

La pregunta elaborada por la Suprema Corte, de acuerdo a analistas y académicos experimentados quedó un tanto ambigua, aunque se entiende la intención, no terminó de captar la atención del electorado, pero además, también daba pauta juzgar a los políticos del presente que obren mal. 

 

¿Qué lección nos queda?, ¿es realmente necesaria una consulta para aplicar la ley?, es decir ¿la ley se consulta o se aplica?, ¿es este un ejercicio de democracia participativa?. Juzgue usted, estimado lector.