Anaya, ejemplo del político abusivo y cínico; entrega CPA su VI Informe y un Sonora fuerte; “listas” de funcionarios, especulación de interesados: ni Zataráin ni Lizárraga confirman; reconocimiento a un gran técnico; Edgar Lanz dirigirá el Ordenamiento Pesquero en CONAPESCA
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+ Anaya, ejemplo del político abusivo y cínico; entrega CPA su VI Informe y un Sonora fuerte; “listas” de funcionarios, especulación de interesados: ni Zataráin ni Lizárraga confirman; reconocimiento a un gran técnico; Edgar Lanz dirigirá el Ordenamiento Pesquero en CONAPESCA
Agustín Rodríguez L.
GUAYMAS, Son.- Hace meses pensaba que la idea de volver a ser candidato por parte de Ricardo Anaya, era solo su intención de mantenerse en las marquesinas y ver qué pepenaba en su habilidosa práctica de traficar influencias.
Pero no. Su enorme ego con el que hizo negocios como funcionario en Querétaro y pisoteó siglas y militancia camino a encumbrarse en el panismo nacional, lo convenció de tener arrastre suficiente para insistir en ese proyecto y ganar.
Hoy sabe que no, por eso se victimiza, práctica común de los políticos al ser exhibidos sirviéndose de la gente, no sirviéndole, como ha hecho el político tipo Anaya para elevar su nivel de vida lucrando con recursos de México, para vivir como un creso en los Estados Unidos.
El joven Ricardo, quien perdió el debate presidencial –y la elección misma– de 2018 con aquella aplastante expresión de AMLO al llamarlo “Riqui Riquín… canallín”, se levantaba el lunes, volaba a México a hacer dinero y regresaba el fin de semana a casa a celebrar su prosperidad, nada malo si no fuera por el tipo de negocios que se le conocían, tan comunes en las altas esferas políticas.
Diputados y funcionarios de la época en la que cual se dieron los hechos que hoy acercan a Anaya a los tribunales –como a muchos más –, describían cómo el gobierno del neoliberalismo, siglas al margen, convocó a los “coyotes” empresariales al tianguis en el que convirtieron al país.
Increíble pensar que esos “coyotes” no convencieron “por las buenas” a quienes levantaron el dedo a favor de las reformas constitucionales requeridas para “sus” negocios. Es largo el tema, pero tiene poca defensa Anaya al querer fincarla en la honestidad. Nunca se le dio algo en lo que no cree, como no se les da a quienes lo acusan de ser parte de una red de sobornos y tráfico de influencias.
Lo señala directamente el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, hijo homónimo del secretario de Energía con Carlos Salinas y experto en negocios del área. El “junior” dirigió la paraestatal tan saqueada por los sucesivos gobiernos, no para cumplir la agenda social del país, sino la de empresas que se apropian de los recursos de los mexicanos.
Hoy preocupa que la 4T no pueda reducir –porque nunca desaparecerán—indicadores de corrupción, esos que explican cómo, estos cínicos políticos se enriquecen. Y preocupa más que sigan imponiéndose antes de terminar el sexenio transformador en marcha y desilusione a tantos.
Anaya, como muchos políticos cuya fortuna insultante se exhibe a simple vista, debe comparecer ante los jueces y, en efecto, los jueces no deben recibirlos con un signo de pesos en sus ojos. El cambio de mentalidad es que la ley sirva para bajar un poco esos indicadores y entonces el país mejorará.
Quienes afirman que no se puede, son quienes se embolsan las ganancias de un país que esperaría ver la prosperidad generada por el correcto manejo de sus recursos; son esos a los que debemos el deplorable estado de nuestras ciudades, quienes desaparecen presupuestos en dependencias; los que, como en el caso de Guaymas, nos tienen nadando en basura y aguas negras porque “no hay dinero” y, peor, responden a la exigencia de mejora con el cínico “siempre ha sido así”.
Bueno, es hora de comenzar a pensar que ya no debe ser así. Llevar a Anaya y a muchos más como él a los tribunales, sería el primer paso para esa aspiración nacional de millones de mexicanos a quienes el presidente López Obrador insiste, les cumplirá.
No veo la promesa presidencial como una farsa, pero si fuese así, qué buena interrogante nos traería el cercano futuro sobre quién, y con qué partido –¿El de la arrogancia? ¿El de la deshonestidad? ¿El del cinismo? –, debe gobernar el próximo sexenio.
EL SEXTO INFORME
Claudia Pavlovich Arellano entregó su VI Informe de Trabajo, cumpliendo el mandato constitucional de hacer saber del estado que guarda la administración pública estatal, la mañana de este jueves.
Fue recibido por el diputado Javier Duarte Flores, presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado y el contenido del informe se pondrá a consideración de la LXIII Legislatura, para su análisis.
Esto es parte del mensaje de quien en unos días entrega el mando: “Sonora sigue con un trabajo comprometido con lo más valioso que tenemos, su gente; hoy estamos entregando un Sonora fuerte en su economía, sólido en sus instituciones, de pie y caminado con orden, transparencia y rendición de cuentas”.
Con ella, los secretarios de Gobierno, Juan Ángel Castillo Tarazón, y de Hacienda, Raúl Navarro Gallegos.
¿FUTUROS FUNCIONARIOS?
Varias listas viajan en redes y sugieren quiénes serán los próximos funcionarios estatales.
Una menciona a Carlos Zataráin, ex alcalde, exdiputado local y federal y exfuncionario estatal, quien sería director del Transporte. Le pregunté y esto me dijo: “La verdadera lista es la que nuestro amigo ADM dará a conocer el día que él dijo, todo lo demás es buenas intenciones de mucha gente”. Carlos sería un buen funcionario, si Alfonso Durazo lo llama su lado.
También mencionan al diputado local Rodolfo Lizárraga para dirigir el Conalept, pero “no es real; que yo sepa, no; es una de tantas informaciones que salen sin ser reales”, me respondió.
EDGAR LANZ, A CONAPESCA
Lo que sí es real, es el anuncio de la Comisión Nacional de Pesca al confirmar al nuevo director de Ordenamiento Pesquero y Acuícola, el reconocido técnico Dr. Edgar Edmundo Lanz Sánchez, hasta este viernes director del Tecnológico Nacional de México, Campus Guaymas.
Asumirá este 1 de septiembre y fortalecerá el equipo del titular de CONAPESCA, el sonorense Octavio Almada Palafox.