Renta de ropa ¿un modelo agresivo y poco favorable?
Renta de ropa ¿un modelo agresivo y poco favorable?
El modelo ´renta de ropa´ dentro de la industria es una práctica que solo vemos cuando son prendas elegantes que normalmente exceden nuestro presupuesto al salir, además de limitarse a un tiempo prolongado, para ser más específicos, se resume a los vestidos de noche. Aunque este modelo se adoptó hace años atrás, se ha reducido a este tipo de vestimenta, el servicio que ofrece la renta se limita al tiempo de su adquisición, este servicio se ha vuelto muy accesible y cumple con una tarea sencilla: la comodidad de adquirir la prenda días antes de tu evento y de tener un precio asequible, aunque su deseo de tenerla sea solo por una noche.
Anteriormente en ´Sustentabilidad: un nuevo mundo ́ de Allure, hablábamos acerca de las prendas, que como su nombre lo indica, son sustentables y de cómo puede ser factible el llevar su práctica, además de aportarnos una manera más económica de adquirir ropa. Dediqué toda una columna para ver desde otra perspectiva la manera en que la ropa vintage se volvió un factor clave de la industria, en un apartado comentamos que el hecho de prestar o heredar la ropa a nuestras hermanas, primas o amigas, podía aportar a la idea de darle doble vida útil a las prendas, haciendo de esa manera el uso de las tres ´R´.
Para Rent the Runway, la idea también es sencilla solo que llevada a un nivel más grande, saliéndose de la idea de darle uso a la ropa solo entre familias. Rent the Runway, es una empresa multimillonaria que ofrece este servicio: rentar ropa, solo que haciéndolo directamente de la pasarela de algunos diseñadores. La idea primordialmente no es lo más actualizado, ya que es la misma solo que adentrada a la industria; me cuesta un poco creer que su presentación pueda ejecutarse así tal cual ha sido vendida, pero hay que esperar a ver cómo avanza su proceso.
El atractivo de este proyecto es que la idea ha surgido en plena pandemia, y yo me pregunto ¿estamos listas para esto?, sin duda, tener un clóset repleto de ropa de diseñador suena increíble, un sueño para muchas de nosotras, pero, ¿prendas rotadas entre miles de personas, lo es?, volviendo a remarcar el factor de la pandemia.
A decir verdad, los precios son accesibles solo para un número específico en la población, la empresa hasta ahora ofrece dos servicios, los cuales limitan tu adquisición de renta a cuatro piezas a la vez, por un mínimo de $89 y $159 dólares. Hay que decirlo, la idea es sumamente atractiva, aunque quizá un poco elevada reconociendo que por ese costo y un poco más, puedes adquirir algo original que no tengas que devolver, o bien, acudir a las compras vintage de estas mismas casas de moda.
La idea hizo voltear algunas cabezas hacía a ella, pues recientemente los retailers americanos Urban Outfitters, Banana Republic, Macy´s, American Eagle y Bloomingdale’s sacaron la misma noticia: adoptar el modelo de negocio de renta de ropa para apelar a sus clientes más conscientes en cuanto al tema de la sustentabilidad.
Lo verdaderamente alarmante de esta noción se basa en la logística detrás de este servicio, ya que para rentar ropa a grandes escalas será necesario el consumo intenso de las prendas y aunque la idea suena bien, la fabricación de la ropa no nos asegura que sean realizadas de manera sustentable, además, el acceso de miles de personas a las prendas nos orillará a hablar del tema de sus empaques, los materiales que se puedan usar tampoco nos aseguran que no serán agresivos con el medio ambiente, y por si fuera poco, el servicio de lavandería después de cada renta ocasionará un gasto enorme de agua y los químicos que usarán para lavarlas también es todo un tema.
Planteado de esta manera ¿la cuestión contesta tu pregunta?, por supuesto que no es factible el modelo de renta de ropa, claro está. Llevar este modelo a un consumo local, está bien, llevarlo a un nivel elevado es exceder recursos y por ende a nuestro planeta.
Actualmente vivimos en un momento crítico de nuestras vidas, en el que toda acción tiene su debida reacción, ¿para qué arriesgarnos a otra advertencia del planeta?, suficientes problemas tenemos con el fast-fashion, el tema del agua, la contaminación, la explotación, la crueldad animal… puedo seguir mencionando más.
Es importante informarnos antes de emocionarnos con lo que nos plantean las grandes empresas; el servicio de la renta es bueno y quizá mejor al consumo eterno que termina en basura, sin embargo, no es la solución más efectiva para que la moda deje de causar daños. Lo hemos dicho, la industria de la moda es maravillosa, pero tristemente su excesiva obsesión por fabricar prendas es alarmante, el cambio también comienza por nosotros; somos una masa que si actúa en contra de un modelo puede desvanecerse. El cambio es hoy.