Pobre PRI, que no tiene memoria | 11:11 por Solangel Ochoa
Pobre PRI, que no tiene memoria.
11:11
Si tuviera que utilizar una sola palabra para describir el proceso interno del PRI Sonora para buscar su dirigencia, sería la siguiente: «déjà vu», ese término utilizado para tratar de describir la sensación de que un evento que estamos experimentando en el momento actual ya lo vivimos en el pasado o también, me gusta verlo como ese “error” que sucedía en las famosas películas de acción Matrix.
Solo hay dos narrativas dentro de la contienda del PRI y podemos llamarlas deja vu o un craso error. Por un lado, está la del discurso etnocentrista representado por Zaira Fernández y Pascual Soto, quienes aseguran ser el “Equipo Sonora” y acusan que sus adversarios son una imposición del centro del país, es decir, de Alito Moreno. ¿Les suena familiar?, claro, Ivonne Ortega, quien contendió contra Moreno Cárdenas en las internas por la dirigencia nacional del PRI, en ese entonces acusó a su contrincante de ser una imposición del gobierno federal y alegaban que querían convertir al partido en un satélite de Morena.
La narrativa no ha cambiado mucho, apenas este viernes Humberto Robles Pompa seguía esta misma línea alegando que Alito quiere entregar el tricolor al gobernador del estado, Alfonso Durazo. Claro, estas declaraciones las realiza justo después de que se le notificó telefónicamente que ya no es el presidente de la CNOP en Sonora y en su lugar tomaba protesta Sarah Thompson, quien apoya abiertamente a la fórmula de Onésimo Aguilera Burrola e Iris Sánchez Chiu.
La segunda narrativa, tiene que ver con la que acusan Onésimo e Iris, quienes aseguran que sus contrincantes representan los intereses de las cúpulas empresariales en el Estado, específicamente se refieren al empresario Ricardo Mazón, de quien los priístas no han logrado destetarse y siguen rindiendo pleitesía, alegando que él le ha dado mucho al partido, sin embargo, lo ha cobrado con intereses bastante caros.
En fin, el grupo de este empresario no se había visto amenazado porque bastaba con su venia para que todos se pusieran de acuerdo, pero ¿quiénes son todos?, ¿todo el PRI? ¿todas y todos los consejeros con los que cada 2 o 4 años se toman fotos para demostrar músculo?, claro que no, se refieren a los no más de 10 personajes que han dominado la escena pública del partido ocupando puestos de elección popular, plurinominales y cargos de partido, mismos que tampoco han dejado crecer a otros liderazgos. Basta con ver a las y los candidatos de las últimas 3 elecciones y darle un vistazo a los puestos más importantes de la administración de la cónsul, Claudia Pavlovich.
Y lo más irónico de todo, son las respuestas de las y los candidatos ante los medios de comunicación, donde ni Zaira y Pascual pueden negar que son del establo de RM, ni tampoco Onésimo e Iris han negado que también representan intereses de otros empresarios locales, es decir, están jugando a ver quien es peor, lo mismo que ocurrió con Ivonne y Alito, quienes se desvivieron en acusaciones y perdieron de vista las propuestas.
Porque al menos aquí en Sonora, de las propuestas nadie habla, solo escucho decir el trillado “vamos a volver a las bases, vamos a regresar al PRI triunfador, vamos a ser diferentes” y yo sólo escucho “queremos las prerrogativas, las dos posibles pluris del 2024, la nómina del CDE del PRI Sonora y queremos una cartera para negociar”.
Al final de cuentas, es el PRI Sonora contra el PRI Sonora, uno con el respaldo del magnate de siempre y otro con el respaldo de otros magnates y el dirigente nacional. ¿Les sorprenden las imposiciones?, si el PRI ha vivido de las imposiciones, está en su historia y el que no conoce su historia, está condenado a repetirla.
Pobre PRI, al final la sufren todos aquellos a los que dicen representar, las bases que son las que se movilizan, votan, ven a sus candidatos como dioses del olimpo y terminan siempre decepcionados.
No se si sólo sea la percepción de una humilde servidora, pero es que ambas narrativas son sólo mediáticas, porque al final nadie se las cree, ni ellos mismos, pero “el show debe continuar”.