Senado ensaya sorteo para la elección de jueces y magistrados
Este viernes, en un evento trascendental para la historia política de México, el Senado de la República llevó a cabo un ensayo del sorteo que definirá a los jueces y magistrados que serán electos por la ciudadanía en junio de 2025. Este ensayo, mejor conocido como la «tómbola judicial», representa un hito en la democratización del Poder Judicial, al permitir que los ciudadanos tengan una mayor injerencia en la selección de quienes impartirán justicia en el país.
Encabezado por el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, y acompañado por importantes figuras como Adán Augusto López e Ignacio Mier, el ensayo mostró cómo funcionará el sorteo oficial que se llevará a cabo el sábado 12 de octubre a las 9:00 am, en el Salón de Plenos del Senado.
El procedimiento busca definir qué jueces y magistrados entrarán en elección el primer domingo de junio de 2025 y cuáles en 2027. Este ejercicio será transmitido por el Canal del Congreso, abriendo las puertas para que toda la ciudadanía sea testigo de un proceso que aspira a ser totalmente transparente y abierto.
A pesar de la relevancia del evento, las bancadas del PAN y Movimiento Ciudadano ya anunciaron que no asistirán a la sesión, en señal de desacuerdo con el proceso. Sin embargo, el Senado continúa firme en su objetivo de abrir el Poder Judicial a un proceso de selección inédito que incluye la elección del 50 % de los jueces y magistrados federales, así como a los miembros del Tribunal de Disciplina Judicial y a todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia.
El camino hacia esta histórica elección iniciará el 16 de octubre, cuando el Senado emitirá la convocatoria para la instalación de comités de evaluación. Cada uno de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) tendrá la tarea de nombrar a cinco personas de reconocida trayectoria jurídica, quienes tendrán la misión de seleccionar a los candidatos más idóneos, garantizando la paridad de género.
Este innovador mecanismo promete ser un parteaguas en la relación entre el poder judicial y los ciudadanos, marcando un avance en la lucha por la transparencia, la imparcialidad y la participación democrática en la impartición de justicia. ¡El 2025 será un año clave para el futuro del sistema judicial mexicano!